3.2.25

Rastreando libros de rastro, para revivirlos


Vengo de una triste visita por el pequeño rastro y llego a casa lleno de la incertidumbre más sencilla. ¿Es posible tanta basura, ordenada sobre el suelo por colores, formas o tamaños, para intentar venderla? 

¿Es posible que los propios despojos de otras vidas humanas no puedan decir nada más que ser basura con capacidad de venderse? 

¿No deberíamos enterrar o quemar los despojos que sostuvieron la vida de los que fallecen llenos de mercancías, para que nadie más los utilice como basura?

La basura también tiene derecho a descansar en paz, a dejarla morir con la calma que necesita. 

Revolver libros comprados con amor, hasta ordenarlos incluso con la violencia de la calma como si se tratara de sopa de cocido, no son formas para los que ya está muerto.

Yo creo en los libros, pero puestos en estanterías o a lo sumo sobre mesas con el lomo de canto para ver el título. 

Cuando los veo tirados sobre el montón, estorbándose unos a los otros por salir, mezclados los colores como si de calcetines usados se tratara, me entra pena. 

Alguien hace muchos años los compró por interés, incluso es posible que los leyera, y ahora yacen en el montón en espera de ser revueltos que casi nunca devueltos.

¿Cuántas veces han venido de mañana hasta el rastro, en busca de una adopción que los devuelva a una estantería de madera?

Como es lógico suponer el primer comprador ya está dormido en los laureles. Snif. El próximo está por venir, para morirse con ellos otra vez más. 

Y como los compradores somos gentes mayores, los salvamos del suelo por unos pocos años. 

Por qué no triunfan los blogs en estos tiempos secos

A mi de los blogs, lo que más me gusta es crearlos, buscar un título que todavía esté sin pillar, diseñarlos y darles vida, empezar a ver las primeras visitas, crear las entradas primeras y ver como van creciendo. Luego son ellos los que me icen si debo seguir y es mejor abandonarlos.

Cuando ya se van haciendo mayores, si no han triunfado según mi punto de vista que es siempre muy poco exigente, me da por matarlos, por cogerles asco y dejarlos que se mueran ellos solos al sol del verano. 

De joven con mis 14 años, recogía junto a un amigo cadáveres de ranas que se quedaban secas al sol de agosto en las barandillas de la vía del tren de mi barrio. El calor les podía y allí se momificaban, siempre mirando en dirección al tren.

Eran ranas perfectas, muertas y vacías. No pesaban nada pero se mantenían en su lugar por un extraño y ligero pegamento de sus patitas también vacías, que las sujetaban al cemento.

No tengo ni idea de en qué se parece un blog a una rana seca, pero una cosa me ha llevado a la otra. Así voy edificando los blog, nacen para una cosa y se mueren por ser otra. 

Por eso no triunfa ninguno.

La culpa no es mía, debe ser culpa de las ranas que se están vengando de que no las dejara reposar sobre el cemento, ya convertidas en cadáveres momificados. 

Mi duda es saber si las primeras lluvias del otoño las lograban hacer resucitar, al volver a tener humedad en su cuerpo. Nunca lo llegué a saber pues en otoño ya hace frío para estar paseando por las vías de los trenes.

Tengo un blog que hace varios meses que no le doy entradas nuevas, pero el puñetero me entrega todos los días casi dos centenares de visitas. Ya no sé qué hacerle para que se me muera. 

Igual lo llevo hasta la vía del tren, pero ahora está lloviendo.

Alimentación mejor, pensando en el intestino y la salud


Ser feliz no evita el cáncer pero ayuda a prevenirlo. Y como poco además de cuidar nuestra salud, la aprovechamos más y mejor. Lo repiten constantemente médicos de todo tipo de especialidades pero no aprendemos a tomarnos la vida con más sonrisas. 

Los problemas de salud existen, siempre han existido, pero hay que tomárselos con calma, relativizándolos para que no se conviertan en problemas peores.

Si al hecho de tomarnos la vida con más calma le sumamos una alimentación más simple, más natural, con algunos consejos también ampliamente repetidos, lograremos prevenir problemas de salud.

El intestino debe funcionar bien. Muy bien diría yo. 

Hay que tomarse su tiempo cuando haya que vaciarlo,  pero también hay que ayudarlo con cereales, más verdura, frutos secos, un litro y medio de agua al día, comidas repartidas en cinco tomas ninguna de ellas copiosa y un horario fijo.

Y como consejo añadido, no queme o tueste en exceso los alimentos, no es nada bueno lo quemado en un tostador, en un asado, en unas brasas. 

Y siempre que tenga que calentar un alimento ya cocinado con anterioridad, lo haga a baja temperatura para no perder tantas vitaminas y nutrientes. 

Y recuerde que el aceite de oliva es casi un medicamento, como el limón, el ajo, la cebolla o el pescado azul. 

Empiece bien el día con un desayuno completo en donde los frutos secos acompañen a la tostada o al aceite de oliva. 

Ahora venden pipas de girasol u otras semillas pequeñas, que ya compradas peladas y sobre una tostada con aceite de oliva, o algo de cereal sumado a las pipas, convierten en un gran plato el desayuno aburrido.

España necesita menos poder político de la iglesia


En España manda la iglesia católica aunque no se note, pero es un efecto cultural desde hace siglos. Manda a veces desde el Gobierno, desde los colegios, desde parte de las Universidades, desde empresas, desde editoriales, desde medios de comunicación, desde el Opus y sus poderes escondidos, o desde la propia iglesia sin adjetivos que se queda con plazas o edificios artísticos e históricos, sin pagar impuestos. 

Todo un juego de oscurantismo que también sabemos y callamos. Diríamos que el poder del Catolicismo tiene muchos brazos, que ya Jesucristo como filósofo detectó y sus discípulos dejaron por escrito en sus libros.

No es cuestión de odio, soy Cristiano y respeto la religión en el ámbito privado, me he formado en colegio religioso y eso marca para bien, pues mis curas eran abiertos, lo que me ha permitido conocer la iglesia desde cerca. 

La iglesia buena con la que sigo teniendo alguna relación puntual y la iglesia del demonio que la detecto y me apena.

Pero España necesita ser laica en sus gestiones sociales, de gobierno, productivas y de formación, con urgencia además, pues la manipulación ejercida atenaza los cambios necesarios y las trampas encubiertas de muchos borregos que pastan sobre corderos con hambre. 

En pleno siglo XXI y dentro de la Europa del futuro, estar dominados por una iglesia parece imposible. Pero no lo es, y España no es el único país que viva dentro de este entuerto, hay muchos.

Que por delante de las decisiones de las personas, incluidas las católicas, estén escondidos los mandatos de una confesión religiosa, es un atraso que nos está costando caro, y se puede volver contra la propia religión que abusa de sus poderes. Aunque sin duda, sabe defenderse muy bien.

En España la iglesia católica debe apartarse de estar mezclada con los poderes, hacer su papel social que es inmenso y a veces muy productivo y dejar que sean las ideas de las personas libres las que formen país. 

Y ceder en el gran negocio de la educación, utilizándolo no tanto como negocio, sino como siendo una manera de hacer formación de calidad.