17.11.06

El idioma televisivo ha cambiado para mal

Hoy viendo el programa "Gran Hermano" he conocido un nuevo idioma televisivo. Son las secuelas buscadas por mi mismo, por ver este tipo de programas, que me lo merezco por tonto. O tal vez no.

Hoy a un tal Javi, que creo que es un bicho de las de armas tomar, al que han sometido a una tortura psicológica en directo por parte de la presentadora hasta que después de un corte de publicidad alguien le ha dicho por el pinganillo que aquella actitud empezaba a no gustar.

Porque nos controlan lo que vemos hasta en lo que no nos parece posible, no sólo en lo que somos capaces de consumir a través de los anuncios. Todo está guionizado, todo. Pero cuando digo todo, digo todo, incluido lo que no lo parece estar. 

Ser guionista es un gran oficio, que requiere un caro master y mucha suerte para seguir después trabajando en lo que te gusta, añadiendo además que los nervios que se pasan en ese puesto de trabajo es de los más altos. Los jefes, los que mandan, no son los que dan la cara por muy bordes que se pongan. Los que mandan no son el público aunque seamos los que compremos los productos que anuncian.

No.

Los que mandan como en todas las empresas…„ son los jefes que pagan y ordenan desde el despacho. Que se equivocan, sí, pero ordenan. Los que dan un puñetazo en la mesa y dicen al más pintado aunque se apellide Milá: —¡¡¡¡Ya basta, que la estás cagando, guapa!!!!.

¿Cómo puede una presentadora decir en directo a un concursante que se ha pegado 70 días encerrado en un concurso, y delante de me imagino más de 3 millones de espectadores…:

—¿Pero como puedes comportarte tan hijo de puta?.

¿Porqué este concurso el año pasado cuando decían "culo" lo censuraban y ponían un pitido en su lugar?. Me jode mucho que un invento maravilloso como la televisión, esté en manos de quien está. Lo siento, pues soy cómplice por seguir viéndola.