9.10.23

La guerra de Yom Kipur de 1973 se repite o se repetirá ¿Qué fue aquello?


Tras los atentados de Hamas contra Israel del sábado 7 de octubre, nada volverá a ser igual en toda esa extensísima zona del mundo. Se puede afirmar sin duda, que esta fecha será tan simbólica como lo fue en su momento la guerra de Yom Kipur del 6 al 25 de octubre del año 1973. Que coincidan las fechas pero cincuenta años después no es casualidad. 

Aquella guerra también conocida como la guerra árabe-israelí de 1973, fue un conflicto bélico librado por la coalición de países árabes liderados por Egipto y Siria contra Israel desde el 6 al 25 de octubre de 1973.

Con la excepción de ataques aislados en territorio israelí el 6 y 9 de octubre, las acciones militares de combate durante la guerra tuvieron lugar en territorio árabe, sobre todo en el Sinaí y los Altos del Golán. Egipto y Siria querían recuperar el Sinaí y los Altos del Golán, respectivamente. 

La guerra comenzó cuando la coalición árabe lanzó un ataque sorpresa conjunto sobre las posiciones israelíes en los territorios conquistados por Israel en el día de la celebración del Yom Kipur, el día más sagrado del judaísmo, que también se produjo ese año durante el mes sagrado musulmán del Ramadán.

Las fuerzas egipcias y sirias cruzaron las líneas de alto el fuego para entrar en la península del Sinaí y los Altos del Golán, respectivamente, que habían sido capturados por Israel en la Guerra de los Seis Días del año 1967. 

Se recrudecía el conflicto y entraba en una nueva situación con varios países implicados, incluidos los EEUU y Rusia que apoyaban cada uno de ellos a un bando del conflicto.

El conflicto comenzó con una invasión egipcia masiva y exitosa hacia el canal de Suez. Después de cruzar la línea de alto el fuego, las fuerzas egipcias avanzaron casi sin oposición en la península del Sinaí. Después de tres días, Israel había movilizado a la mayoría de sus fuerzas y logrado detener la ofensiva egipcia, llegando así a un punto muerto. 

La guerra tuvo consecuencias de largo alcance. El mundo árabe, que había sido humillado por la derrota desequilibrada de la alianza egipcio-sirio-jordana en la guerra de los Seis Días, se sintió psicológicamente reivindicado por los primeros éxitos en el conflicto. 

En Israel, a pesar de los impresionantes logros operacionales y tácticos en el campo de batalla, la guerra llevó al reconocimiento de que no había garantía de que siempre dominaría militarmente a los estados árabes. 

Estos cambios allanaron el camino para el proceso de paz posterior. Se tardó casi cinco años en formalizar los Acuerdos de Camp David (1978) que dieron lugar a la devolución del Sinaí a Egipto y la normalización de las relaciones entre los dos países y el primer reconocimiento pacífico de Israel por parte de un país árabe.