25.6.08

Las amenazas sociales

No entiendo bien porque el mundo avanza tan lentamente, porqué es más lo que se crece en juegos de economía consumista o de mercado o de control monetario y mucho menos en economía de reparto, en solidaridad.
Nunca como ahora ha sido más peligroso incluso para el propio sistema capitalista, mantener las tensiones mundiales con juegos especulativos. Los mercados de futuros son el último juego para joder que han inventado los listos que tienen más dinero que corazón. El laboratorio económico mundial está tensando la cuerda, pensando que todo vale.
Y lo triste es que incluso es posible esto.
La sociedad entiende de terrorismo, incluso de civilizaciones, pero no es capaz de romper con el sistema que le asfixia porque está muy medido todo.
Nos aprietan lo justo, para sacar toda la leche de la ubre pero sin hacer daño irreparable. Mientras, como seguimos vivos y nos entregan el pienso en forma de pequeñas dosis de casi todo, aceptamos con alegría todo lo que nos ponen en el camino.
Hemos pasado en una generación de tener que trabajar una persona 48 horas a la semana para mantener el hogar a tener que trabajar dos personas más de 44 horas para lo mismo. Esto es todo un alarde de ingeniería social.
Hemos pasado en una generación de tener que dedicar en España un trabajador, de 3 a 5 años del total de un sueldo para pagar un piso a tener que dedicar más de 20 años.
Los países pobres siguen en el mismo lugar de miseria.
Pero curiosamente han aumentado sus números de manera importante.
En los países pobres, los ricos han aumentado expectacularmente sus ingresos, desvirtuando la totalidad de la estadística de los mismos.
¿Hasta cuando durará la cuerda que estamos tensando tanto?

24.6.08

Y soñé que volaba al pensar y no despertaba

Y soñé que pensaba y pensé entonces en recapacitar. Y me di cuenta de que la locura es una forma real de vida, diferente pero práctica para que los demás no te fijen en su mente con los estereotipos comunes, para que te doten de más libertad, para que te dejen volar y soñar mientras sueñas, que tu vida es tuya y que con ella podrás alcanzar lo que te propongas porque en realidad todos se creen que estás loco. Que tu imbecilidad te disculpa de tu acaso no normal forma de ver, de tus decisiones libres, de tus gritos rebeldes que nadie entiende.
Vuelas entre sueños que vuelas y en el aire ves que eres libre, que puedes mover los brazos y mantenerte, que saltas y subes, que bajas y planeas por encima de todos, que te estrellas si quieres contra la nube o contra el viento de cara que te frena. Vuelas y sientes frío, y encojes los brazos para tomar velocidad en la caída y los abres y frenas, y remontas y sin dejar de mirar al suelo, giras la cabeza un poco para notar rompiendo el aire en tu cara y ¡puñetas!, ¡no estoy sólo!, ¿y vuela la picaraza negra tan rápido como yo?, no, ella va más rápido.
Y dejo de mirar porque me da miedo el grajo oscuro, es muy grande, es tremendo, es… ¿tan pequeño soy yo ahora?, y no dejo de aletear los brazos y al mirarlos no encuentro las plumas, y me entra miedo, soy pequeño y no veo plumas, estoy perdido, no puedo remontar porque el miedo me atrapa, me estoy cayendo en picado, agito histéricamente los brazos, no me frenan, no puedo ya con el aire, no remonto ¡dios!, intento girar y no lo consigo, será el aire, seré yo, ¡será que se me ha olvidado el volar!
Y soñé que volaba, pero reí cuando me encontré en la hierba tumbado, entero y muy cansado del sueño que pensé que soñaba.
Levanté el brazo porque una mano me dolía y observé una pluma de la punta, algo doblada. Con el pico la atusé para dejarla en orden.