29.11.17

Ortí Bordás, una semana después de morir Franco

Una semana después de que hubiera muerto Franco, Ortí Bordás en La Vanguardia escribía este artículo habla de las seis creencias que el nuevo Rey parece tener con el momento actual y con España. Es 1975 y todavía no se ha empezado a construir nada de la nueva democracia y los poderes bunkerizados siguen campando por sus anchas.

Si repasamos sus apreciaciones, veremos que efectivamente, se han ido cumpliendo esta ideas, por encima de los que no querían un cambio de fondo y en muchos casos ni tan siquiera de forma. Y estamos hablando de una persona que venía de la Falange, que se hizo de UCD para terminar después en Alianza Popular y en el Partido Popular. Pero representaba en aquellos primeros años lo que se llamaban “Azules” que eran falangistas claramente reformadores y que sí deseaban la democracia occidental como un sistema de reformas inevitable pero también válido.

28.11.17

Detalles del nacimiento del sindicalismo en España. CC.OO. y USO

La implantación de los sindicatos tras (y antes) de la muerte del Dictador fue común en todo el territorio español. Las grandes fábricas, los sectores o gremios más potentes, se organizaron para huir del sindicato vertical, donde en teoría convivían en igualdad los empresarios y trabajadores, como si fuera el lugar de reuniones de una gran familia en igualdad de condiciones.

El sindicato vertical era un forma muy curiosa de tener sindicatos y no servir para nada, o la menos, no para defender a los trabajadores. Todo contacto de un trabajador con su sindicato gremial era comunicada con urgencia a los jefes de su empresa, que formaban parte del mismo y eran además los que lo sufragaban con sus dineros y ponían y quitaban presidentes o funcionarios. Todo legal, para controlar a los trabajadores díscolos y apuntarlos en listas negras.

La Organización Sindical Española se crea en el año 1940 para dar carácter de normalidad a las relaciones de los trabajadores con los empresarios. No existe otro sindicato y este se va dividiendo en secciones según gremios. Era obligatorio pertenecer a este sindicato. No se podía ser independiente.

Su inicio fue claramente falangista, copiando leyes y forma de organización similares en la Alemania nazi y la Italia de Mussolini. Posteriormente fue cambiando hacia figuras del nacionalcatolicismo, con clara influencia de la iglesia y de los colegios profesionales muchas veces organizados desde la parte empresarial alrededor del Opus.

A partir de los años 60 el Partido Comunista en el exilio ve una clara debilidad en el sistema del sindicato vertical y empieza a infiltrar a trabajadores que desde dentro comienzan a tomar posiciones débiles, pero suficientes como para ayudar de otra forma a los trabajadores con problemas. De todo ese entramado inteligente nacen las Comisiones Obreras con Marcelino Camacho a la cabeza. Y lo hacen sobre una organización que ya estaba funcionando en algunas provincias, USO Unión Sindical Obrera, que nace al principio de los años 60 (1961) apoyada por la iglesia más humana y favorable al Concilio Vaticano II que favorece la defensa de los trabajadores ante los abusos esclavistas de algunas nuevas empresas.