19.5.10

Francisco Camps es un tipo de político que abunda y al que debemos dejar en el desempleo

Dice Francisco Camps que como quieren seguir ganando las elecciones, han montado este lío, este tremendo lío, refiriéndose a su encausamiento judicial.¡Jope qué morro!
Mal vamos si un político cree que la sociedad es tonta, que está llena de tontos. Pero peor todavía vamos todos nosotros si esta misma sociedad no es capaz ya, de forma urgente, en acabar de una vez por todas con un tipo de políticos trepas que sólo piensan en SUS asuntos. 
Ahora, con la crisis que vamos a tener que pagar entre todos, nos van a decir con claridad que TODOS somos responsables de todo, y que vamos a tener que pagar con nuestro dinero los errores de los otros. 
O aprendemos a saber elegir o estamos condenados a ser pobres de ideas y de bolsillos. Ya no vale con ser simplemente sectarios y creer que la política es una cosa de telediarios o de elegir a un equipo de fútbol. Nos va a tocar pagar con nuestros dineros, con nuestras pensiones las prebendan de los que se equivocan.
O aprendemos o lo vamos a pasar crudo. Y lo urgente es eliminar de la política que toma decisiones a aquellas pesonas que no son capaces de entender lo que es la "publica" y su diferencia con la "privada"

16.5.10

Saber qué tamaño de Estado queremos es fundamental para entender la crisis

Durante muchos años hemos pedido todos (todos) más y más al Estado. Tranquilos que todavía no he entrado en el tema. Piscinas gratis, autobuses urbanos muy baratos, libros gratis, semáforos en cada esquina, autovías, hospitales cercanos, pocos impuestos, muchos servicios. Pero ahora vienen las vacas flacas y nos piden pagar, cobrar, dar al Estado por lo que ya hemos usado. Simplemente porque lo debemos entre todos. Tu y yo lo debemos, pues el Estado no existe como un “papa Dios” que todo lo paga desde la máquina de hacer dinero.
Cachis la mar. Ahora nos toca pagar. ¿Pero no estaba ya todo pagado?, se pregunta el que se sale del bar tras una tarde de bebida y comida sin control. Pues no, nos dice el dueño del garito y además nos amenaza con que si no pagamos será peor. De entrada nos hace rascarnos el bolsillo, pero lo malo es que si no pagamos nos advierten de que no podremos entrar en más bares europeos. Que saldremos en una lista negra y se acabó la fiesta.
Así que a partir de ahora, tendremos de entrada, que controlar más los gastos, si, sobre todo controlar más ese vicio tan nuestro de pedir que todo sea gratis. Esa manía de solicitar mejoras pensando que alguien las pagará. Si, ese alguien es tu y yo. Eso o dejar que se nos cobren más impuestos. Hay que elegir.
Lo imposible es lo de hasta ahora. Pocos impuestos y además muchos servicios. Imposible, ilógico, inmoral casi (muchos ciudadanos de este mundo no tienen impuestos que pagar) y sobre todo poco inteligente. Nos habían engañado, es cierto, pero lo malo es que nos estábamos dejando engañar porque se vivía mucho mejor en Babia que en el país de “La Verdad”.
Si somos de izquierda apoyaremos las subidas de impuestos. Sin miedo ni vergüenza. Si somos de derechas apoyaremos unos servicios privados y unos impuestos escasos. Es todo saber qué tamaño de Estado queremos para nuestro país. Grande como Noruega o Suecia o pequeño como EEUU. Grande como Cuba o pequeño como el Congo. Como se puede ver los dos sistemas son bueno o malos, depende. Pero lo imposible es elegir lo imposible. Pequeño para pagar, grande para recibir.

Conozcamos el número de funcionarios en España para conocer su importancia

Escribíamos el otro día sobre el número de funcionarios que hay en España y observamos ahora una cierta tendencia a restar casi medio millón de ellos de las cifras que se están publicando. Pasamos de los 3 millones a los 2,6 millones con una facilidad espantosa. Debe asustar la cifra, cuando en realidad es menor a la media de los países europeos a los que debemos fijarnos. El número de funcionarios es de 2,6 millones de personas, según el Registro Central de Personal, o de 3 millones con los datos de la Encuesta de Población Activa..
Por otra parte, hay también algunas encuestas en donde se pregunta a la gente qué le parece peor de las medidas de Zapatero, si la congelación de las pensiones o la bajada de sueldos de os funcionarios. Pregunta con trampa, pues la idea que se tiene, alimentada por todos, es la que es y la respuesta viene trucada en la pregunta. Yo no soy funcionario, creo en la labor imprescindible de estos, pero a la vez creo que en algunos casos se ha trabajado muy mal en el control de su productividad, y se ha hecho una pedagogía de la importancia de su trabajo casi nefasta. Ahora estamos descubriendo que los enterradores, los bomberos, los policías, los jueces o los médicos y enfermeros son funcionarios. Mal vamos cuando sin conocer criticamos o incluso simplemente opinamos.

Hay que hacer pedagogía política y económica. Estamos todos en esto.

“Muchos me han criticado por venir, mi máxima es que los políticos tienen que ir a donde está la gente”

José Blanco enseguida supo que ir a “La Noria” era un error importante, y quiso disfrazarlo de escusa. La gente está donde un ministro acude para decir algo importante y serio en estos momentos de crisis. Los 3 millones de personas que ven La Noria son espectadores que una noche de sábado ven un programa muy determinado. La misma cantidad que por ejemplo ven “Sálvame” y menos que ven Gran Hermano o un partido de Futbol. ¿Piensa salir Zapatero en el descanso de la final de la Copa del Rey?

Pero como en estos momentos lo más importante no son las formas sino los fondos, vamos a por ellos. Es imprescindible hacer un ejercicio serio de pedagogía económica y política. La sociedad, la mayoría de ella, debe saber en qué momento estamos, qué alternativas tenemos, qué piensan sus políticos; y tal vez por ello tenga más perdón su intervención. Pero debe ir acompañada de una inmensa batería de intervenciones más. De todo tipo. La sociedad debe asumir y apoyar; conocer e intervenir en un momento como este, tan complejo, en donde nos jugamos un giro en nuestra política europea y económica. No se trata como parece decirse desde el PP de un simple cambio de partido gobernante, pues además no hay alternativa; se trata de un cambio de sistema europeo de asumir las integraciones, algo que nunca han querido hacer avanzar los grandes países europeos. Ahora todos nos damos cuenta que Europa no necesita ser más grande para ser más Europa. Que la medida como siempre es fundamental, y que se necesita una Europa más integrada y unida. Es eso, o la simple desintegración para desandar lo ya andado.