9.10.20

Consejo de una médico de urgencias a todos los pacientes


Ayer pasé el día en urgencia
por un cólico muy doloroso de piedras en el riñón. Todo bien al final, pero no vengo a hablar de mi. Sino de la atención recibida, de lo observado. 

La atención personal de las profesionales médicas y de enfermería fue de una excelencia y amabilidad, de un humanismo para agradecer aquí. En mi caso pasé por las manos de dos médicas, y de un total de unas 8 enfermeras por diversos motivos. En total… todo mujeres y jóvenes excepto en un caso de enfermería que sobresalía de la cuarentena. 

La saturación de Urgencia fue creciendo a la largo sobre todo de la tarde, pero con la mayor tranquilidad y sosiego posible fueron cambiando de sitio a los que estábamos en la zona de Hospital de Día, para hacer huecos, para buscar espacios casi imposibles, y sin que los enfermos se dieran casi cuenta. Y mientras tanto y por las largas horas de espera, sabían atender a cualquier petición incluso absurda, de todos los que allí estábamos.

Por la tarde la entrada de pacientes desde ambulancia fue en aumento hasta convertirse en algo casi constante. Y desde el Triaje todo funcionaba como un taller de reparación perfectamente engranado. Todos parecen tener una función asignada y el ambiente parece excelente, de cara al menos a los pacientes.

Faltan profesionales, no es bueno para los pacientes estar tantas horas en un hospital entre más enfermos, pues el riesgo aumenta y complica. Tampoco para los profesionales médicos y para la atención y diagnóstico.

Pero quiero añadir una petición unánime entre los que estamos dentro de un Sistema de Salud hoy herido y claramente desbordado por la falta de previsión e inversión. Va dirigidos a todos los ciudadanos. Me lo hizo llegar ayer la médica que me dió el Alta médica.

Por favor, acudir a los médicos, a las Urgencias, a los hospitales… ANTES. Se está detectando un número de pacientes que acuden a Sanidad más tarde que antes, con peores pronósticos, con peores futuros, con soluciones mucho más complejas y que dejan más secuelas. Sobre todo en ictus, corazón y problemas psicológicos que se convierten en psiquiátricos.

Vuelve el Teatro, vuelve la Cultura. ¿Aprenderemos a cuidarlo?


Tras casi un año… (¡¡Uff!!) el teatro ha vuelto a entrar en mi vida y yo he vuelto de espectador a una de las artes más antiguas. Con seguridad y con esperanza, con ganas y con ilusión ayer estuve viendo la obra musical "Jekyll y Hyde" en el Principal de Zaragoza. ¿Os hablo de la obra? Los artistas geniales, más si cantan en una fuerza y tono que asombran. Pero quiero destacar algo que no siempre valoramos en su punto.

La escenografía, el escenario, el sonido e iluminación, el cambio de ambiente es de Premio. Era el miércoles jornada de estreno en Zaragoza y algunos pequeños fallos se produjeron, lógicos ante un escenario nuevo. Pero el conjunto esta a la altura de los mejores locales del mundo, de los mejores musicales de las mejores ciudades.

Pero lo importante es que el teatro vuelve, la cultura vuelve, somos capaces de entender que además de los bares (que también forman parte de nuestra cultura) existen decenas de formas y de artes que debemos cuidar para no perder.

7.10.20

¿Cómo están cambiando los comercios en estos meses?


Hoy paseaba por las dos calles principales de mi ciudad, Zaragoza, y observaba la transformación que en pocos meses han tenido en su tejido comercial. La enfermedad del COVID está afectando a excesivas capas comerciales y sociales. Tiendas o bares, bancos cerrados. Y cambio de titularidad comercial en otras tiendas hacia fórmulas de economía compleja de hacer rentable. Cuidado con entrar en franquicias sin assegurarse bien su posición actual.

No son tiempos para experimentos, pues nuestras maneras de comprar están cambiando en pocos meses lo que hubieran necesitado varios años. Tanto en el tipo de comercios al que acudimos, como en el tipo de productos que adquirimos. Sabemos que ha crecido el nivel de ahorro, no es pues un problema de liquidez sino de cambios en las necesidades y modos, de miedos y reparos ante el futuro, de productos que buscan más el confort familiar.

El confinamiento en el hogar ha supuesto un redescubrimiento de "la cueva" y de sus posibilidades. 

El tener que estar ajeno a las relaciones de amistades por obligación, supondrá sin duda un encerramiento personal y una búsqueda de los ocios personales y en grupos de mucho menor tamaño. Los alquileres de música o cine para casa solo necesitaban calidad y es lo que se está buscando. Opciones como todos los paquetes de ocio que suman posibilidades completas nos llevará a un nuevo ocio personal.

Y por ello a un nuevo tipo de consumo del que están muy atentos los que pretenden vender. Se sabe que cada día está subiendo más el consumo de cervezas artesanas o extranjeras o especiales. Para el consumo en el hogar. Y ha aumentado mucho el abono a paquetes de televisión y el consumo de aparatos de más tamaño y calidad.

Pero también ha aumentado y mucho la compra por diversas opciones que hoy ofrece internet y que van a ampliarse. Y todavía nos quedan algunos ejemplos que ya llevan funcionando años en por ejemplo en los EEUU, como la compra de productos frescos que luego recoges en el garaje del Supermercado en un casillero con una clave de acceso. O la recogida de productos de diversas empresas de venta por catálogo en esos mismos cajones de tiendas de tu barrio.

Centros de Convivencia de Personas Mayores cerrados. ¿Responsables?


Tendremos que ser serios y hablar de la vergonzosa prestación laboral de muchos funcionarios de variado tipo
que no quieren ejercer su trabajo por miedo al contagio. Y el Estado se lo permite. No tenemos abiertos los Centros de Convivencia de Personas Mayores, simplemente por el miedo amparado por los sindicatos de funcionarios de sus trabajadores.

Las Personas Mayores que acudían a estos Centros de Convivencia de Personas Mayores municipales se juntan en la calle, al sol, sin control de ningún tipo, simplemente para remediar la soledad, el abandono. Para hablar con sus amigos de la misma edad. 

Los contagian sus hijos en reuniones familiares, no se contagian en los Centros de Atención de la Tercera Edad pues están cerrados. Y nadie en siete meses ha sido capaz de idear un protocolo de seguridad.

Se morirán de soledad, de ansiedad, de depresión. Ya se sabe y lo dicen los psicólogos sociales. Pero al menos si se contagian, no podrán contagiar a los trabajadores del Centro de Convivencia. Aunque sí lo podrán hacer, contagiar a las personas que trabajan en los supermercados, por poner un ejemplo fácil.