7.8.09

Los despidos de Galerías Primero, ¿hay control sobre ellos?

De tres persoans conocidas que tengo (tenía) trabajando en el Grupo Galerías Primero, tres que han sido despedido al comprar al Grupo El Árbol toda la empresa de Galerías Primero.
Buen promedio, para poder asegurar que no se había podido hacer mejor.
Una persona en almacenes.
Una persona en oficinas centrales.
Una persona en reparto (pendiente de despido, pero anunciado)

No tenga nada claro que todo el proceso de adquisición se haya hecho pensando en los despidos con calma. Es cierto que la totalidad de los despidos se han centrado más en oficinas y almacenes, que en tiendas, donde no se ha entrado con la tijera de los recortes. Todavía.

Los puestos de trabajo en tiendas son más fáciles de reorganizar según se vaya viendo la rentabilidad de cada tienda.
Sin duda muchas de ellas lograrán levantar el vuelo, pero otras no superarán los análisis que la neuva empresa El Árbaol va a realizar en cada tienda.
Se han cerrado los 4 locales de cafetería y restaurante (creo que el de Cinco de marzo también cierra, aunque no lo tengo yo confirmado) y se deja la distribución pura y dura, con control desde Valladolid, lo que resta casi en su totalidad la compra de productos aragoneses, excepto en fresco, que queda en el aire.
¿Es esta la mejor forma de conseguir reflotar Galerías Primero, desde las instituciones que se han callado o desde la CAI, que aplaudía con las orejas, para quitarse la empresa?
Ya sabemos que iba mal, por una mala gestión, pero no se ha trabajado en buscar soluciones alternativas que lograran rentabilizar Galerías Primero.

Cuidamos muy poco la democracia

En las últimas semanas estoy teniendo la oportunidad (o no) de encontrarme con personas que odian la politica y los políticos. Incluso desde gentes con claras ideas políticas…

…que entre las que pregonan, están las que todos los políticos son unos… (pongan ustedes el insulto que les plazca).
Ya aquí lo hemos hablado en alguna otra ocasión. Es un problema social del que tenemos gran parte de culpa los que por poco que sea, dedicamos nuestros tiempos a la política.
Algo se está haciendo muy mal para que la sociedad en una España que sólo lleva poco más de 30 años de democracia (una generación), hable tan mal del sistema. O bien los poderes fácticos que añoran viejos tiempo están haciendo una excelente labor de zapa y derribo o bien es que somos tontos de capirote.
No es posible avanzar si seguimos odiando a los que nos gobiernas, es imposible pregonar lo mal que funciona un sistema, sin que este sufra y se rompa.
No es entendible que se siga por la senda de la queja constante sin plantar cara, no sirva más que para desencantar y hacer daño inutil. Si el sistema no gusta, hay que derribarlo o cambiarlo desde dentro, pero nunca estar en una queja constante, porque serán otros los que se aprovecharán de esa sensación de muchos, para erigirse en salvadores de patrias.
Sólo la democracia permite cambiar un sistema de gobierno desde la paz.
Sin duda España es un territorio complicado de gobernar, y con las generaciones que lo van llenando, no cambia nada de su camino histórico. O aprendemos a trabajar desde los sistemas para conseguir cambiarlos, o nos volverán a enseñar a hostias, como hay que cambiar los sistemas democráticos por otros que algunos consideran mejores. Mejores para ellos.