29.5.10

Los neosocialistas están tomando clases en dos tardes

Había que ajustar el déficit, sin duda, pero provocar un enfriamiento de la economía pública traerá más desempleo, todavía más, y la recuperación se lentificará. Mal pan para días de hambre.
Es deseable que se sepa esto, que asumamos todos que el desempleo durará todavía más de lo esperado y que tendremos que ir buscando apaños para las personas. Y que una generación entera de jóvenes verán frenada su incorporación al mercado laboral todavía durante más tiempo.
Porque nadie nos debemos engañar, tras el frenazo al crecimiento por el enfriamiento de la actividad privada, y si nos tenemos que basar en que los mercados serán los únicos que arreglarán este desaguisado, todo arreglo se hará por la vía del propio mercado, es decir, situaciones más duras en lo laboral, sueldos más bajos, condiciones peores.
Y si, el mercado ajustará las situaciones. Pero las personas también. Gastarán menos, ahorrarán menos (algo que está ahora demostrando que hay tijera por meter todavía) y lo más serio aunque no se vea. Los mejores emigrarán a otros mercados.
Los inmigrantes tendrán que volver poco a poco (o no) pero los mejores profesionales españoles saldrá emigrantes hacia otros países. ¿Eso es malo o peor?, pues en el corto plazo es malo, en el medio es mucho peor de lo que nos imaginamos. Vuelve la mediocridad, el frenazo con derrapada, el gris como color dominante. Pero al menos hemos hecho caso a lo que nos mandan hacer desde Europa y EEUU.
Para realizar fórmulas neoliberales de mercado es mucho mejor que nos gobiernen los neoliberales y no los neosocialistas. Los primeros son más profesionales en este tipo de medidas.

28.5.10

El futuro está acabándose. Ahora viene el pasado.

Yo no sé vosotros, vosotras, pero estoy preocupado. Si, por la economía pero también —o más todavía— por la sociedad y su forma de encarar las situaciones. Tenemos tanta información y la recibimos de forma tan rápida, solapando una a otra, sin poder valorar qué es peor o mejor (pues no logramos recapacitar sobre nada, ya que enseguida llega otro dato que tapa al anterior), que no creo que logremos sobrevivir a esta situación. Tal vez sea mejor, vivan mejor, los que no hacen caso a nada. Los que no leen ni escuchan, los que no miran nada que no sea natural.
Si, cada día estoy más convencido que aquello que no existía hace 50 años hay que revisarlo con calma y darle la importancia justa. Nada más que la justa. Pero no porque me niegue a las tecnologías o a los avances; no; es simplemente porque ahora me dan miedo. Adoro los aparatos nuevos, llevo en las venas mis primeros recuerdos hace casi 20 años de mis Mac y desde entonces sé lo que es la novedad antes de que salga en la tienda, sentir que Internet crece como la imaginaste, que las novedades te desbordan. Pero si que creo que ahora estamos viviendo el inicio de un fin. Nos estamos consumiendo porque nos han engañado con el consumismo desaforado.
Creo y es jodido asumirlo, que estamos en una crisis sistémica. De sistema. No porque no se pueda seguir creciendo a la misma velocidad progresiva que hasta ahora; que también; sino sobre todo porque el ser humano se ha pasado de revoluciones. No es soportable seguir creciendo así, y creo que todo nos está explotando en las manos precisamente por ese abuso. Tú, yo, no podemos soportar la deuda privada que tenemos. Es imposible pagar todo lo que debemos si los falsos cimientos nos enseñan la verdad. Ni nuestra vivienda vale lo que creíamos, ni nuestro trabajo está seguro, ni el dinero del banco vale lo que pensamos.
Todo depende.
Efectivamente el que más tiene, tiene más. Pero no sabe cuanto más. No sabe cuanto en relación a qué o a quien. No sabemos por cuanto tiempo valdrá lo que pensamos que ahora vale.
¿Futuro?
Depende de nosotros. ¿Tú qué quieres hacer por que sea mejor?, me decepciona la posible respuesta que observo. Creo que es muy poco lo que podremos hacer, pues no tenemos ganas de asumir y menos todavía de luchar por mejorar. Seguimos ciegos. Pero al menos dependemos todavía de nosotros.

Se acabó la legislatura de la crisis

Sin duda la sesión de ayer en el Congreso ha cerrado definitivamente las puertas a esta legislatura. Es cuestión pues de encontrar el momento menos malo para convocar unas adelantadas Elecciones Generales, sabiendo ya que los próximos Presupuestos Generales no serán aprobados y que no sirve prolongar los actuales que han tenido que ser rectificados en el día de hoy de forma importante para intentar reducir el déficit de los mismos.
Nos queda pues una travesía por un desierto árido y seco, de unos meses que se harán eternos sobre todo a partir de septiembre cuando las cifras del desempleo vuelvan a vomitar dramas personales, de una crispación que será alta por la falta de responsabilidad política de casi todos.
Podemos intuir dos horizontes. Elecciones a finales de 2010 o elecciones coincidiendo con las municipales, lo que sería otro golpe más a la separación de poderes, pero que al menos supondría un ahorro en gasto electoral. No sé ahora bien, qué sería peor para el PSOE, mejor para el PP, menos malo para el Estado.
Personalmente no me gustarían unas elecciones unidas, creo que desvirtuarían algo que se ha mantenido intocable desde los años 70, separar votaciones. Sobre todo por lo que supondría de intoxicación para los resultados autonómicos aquellos territorios que los hacen conjuntamente a las municipales. El debacle del PSOE se augura épico, pero más todavía si se hacen juntas, pues el votante tiende a dejarse llevar en un tres en uno.
A partir de la finalización de la Presidencia europea —será recordada por Zapatero con gran dolor— empezarán los bailes de Ministros primero, de sensaciones después, de nombres y candidatos. Porque esa es otra. Zapatero debe presentarse para perder. No debe obligar al PSOE a buscar un candidato nuevo para quemarlo. Por eso la ruina para el PSOE puede ser tremenda. Seguiremos opinando.

27.5.10

¿Para qué sirven las Diputaciones Provinciales?

No todos los ciudadanos de este santo país saben que existen las Diputaciones Provinciales. Incluso me atrevería a decir que muy pocos sabemos para qué sirven las Diputaciones Provinciales, de quien dependen, cómo se controlan, en donde están, quien se esconde dentro de ellas.
Suelen ser grandes cementerios de políticos venidos a menos por enfermedades de familias políticas, escondites de lujo para medianías o lugares para medrar y apañarse con las comarcas o zonas rurales. Es decir, mal sobre mal. Como en todo hay excelentes ejemplos que funcionana bien, aunque creo que no son la mayoría.
Las Diputaciones Provinciales nos cuestan un riñón a todos. Y ahora en que incluso se habla del elevado coste del estado de las autonomías puede ser un buen momento para preguntarse y responderse para qué valen las Diputaciones Provinciales.
Dependen del Gobierno Central pero muchas de sus actividades podrían realizarse desde los Gobiernos autonómicos, solapándose incluso gran parte de sus actividades territoriales en algunas autonomías. Disponen de un gran número de funcionarios repartidos por todo el territorio, que curiosamente trabajan para asuntos muy locales, de comarcas, provinciales, pero que en cambio no son regidos y escapan a su optimización desde los propios Gobiernos más cercanos, sean autonómicos o municipales.
Tienen un gran poder político que defienden con fuerza por su asentamiento territorial en zonas rurales y por ser el últimos reducto para políticos poco conocidos pero con gran capacidad de medrar.
¿Es lógico no controlar más de cerca las Diputaciones Provinciales e incluso preguntarnos si realmente tiene sentido o si sería más lógico que dependieran diluidas de sus respectivos gobiernos autonómicos? Su función es necesaria, pero tal vez no duplicada, no con interferencias, no sin el lógico control de los gobiernos más cercanos a los ciudadanos de cada territorio, sean ayuntamientos o sean Gobiernos autonómicos?