26.4.24

Balas de algodón para matar

Ahora ya no se mata con balas. Ahora, en el día a día, se mata con las palabras y el consiguiente maltrato psicológico a través de bulos, difamaciones, medias verdades, dimes y diretes y un bla, bla, bla superficial que causa pena, lástima y asco. El gesto del actual presidente de España, Pedro Sánchez, es consecuencia de una dinámica de años atrás donde, entre unos y otros, han pervertido el juego democrático que se hace extensible a buena parte de Europa. 

Lo peor de la normalización de la extrema derecha y sus compañeros de viaje no es que una persona se piense si continuar en la presidencia de un país, lo que importa es que pierde la ciudadanía y todos los valores de justicia democrática respetuosa que parecen cosa del pasado.

La normalización de la ultraderecha mata con balas de algodón que parecen inocuas e inocentes pero no lo son. 

Son mortales para el espíritu y cuando las personas o el conjunto de estas lo pervierten, viene el caos y la barbarie. 

Estas mismas balas de algodón, un material este último que hace falta para hacer munición y que, como dijera hace unos días el actual representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, carece Europa y que por tanto se limita el poder para fabricar balas ya que actualmente los conflictos no se resuelven con diplomacia y sentido común sino con llamadas a la guerra (sería la Tercera Mundial), matanzas, genocidios y palabras mal intencionadas que intentan deshumanizar.

Y ante esta situación qué se hace. 

No sorprende la carta del actual presidente de España porque quién no ha escrito palabras que intentan dejar bien claro al que difama o hace una campaña de descrédito que todo tiene un límite o que asuma las consecuencias de sus palabras y actos. 

Pero ¿qué hacen los cobardes difamadores ante esto? Es fácil adivinarlo: se disculpan, se victimizan, se escaquean. 

Es el lema: Que yo no lo dije, que lo dijeron otros y de paso yo añadí de mi cosecha. Es lo que ha hecho el sindicato de ultraderecha “Manos Limpias” hace apenas unas horas que asume que su denuncia recogía informaciones periodísticas y que por tanto si son inciertas que paguen otros las consecuencias.

Las balas de algodón que no dejan orificios de salida ni de entrada minan el debate político de este país y de demasiados en el mundo y veremos a qué nos conduce la deriva de todo esto porque cuando los políticos, esos ¿servidores públicos?, se entretienen en estas escaramuzas pero no asumen en las instituciones los problemas como la pobreza infantil, la escasez del agua en el futuro y su gestión, la alta tasa de paro juvenil, la desintegración del sistema sanitario y educacional público, la baja productividad de nuestras empresas y demás problemas es cuando tienes que respirar hondo y dejar que pase la marejada para rogar por tiempos más sensatos y dichosos.

Olga Neri