
Buscando por diccionarios he encontrado que blasfemar es además echar maldiciones a alguien; pues bueno hasta esto me han prohibido.
Bien que no se pueda fumar, porque no fumo (mentira lo de bien, pero hay que disimular) y bien que no se pueda beber un Cardhu en casa de los amigos si tienes que conducir (bueno, en serio, bien por lo c…, porque se te queda una cara de bobo cuando ves a todos tirando de la botella y tú con una tónica, que te acuerdas del o,3 pero por dentro), pero que te prohíban insultar ahora en que todo quisque insulta y contra más importante es, más insulta, pues que no se, me resulta un poco de dictadura vieja.
Yo de momento me he convertido en insumiso, aunque mi santa me insiste en que mejor sería que si no estoy de acuerdo con la ley hiciera huelga de hambre que también están de moda, sobre todo ahora que viene la piscina.
¿Son muchos 90 kilos?
1 comentario:
En Buenos Aires, en una época, hubo carteles con la leyenda: "PROHIBIDO PROHIBIR".
Pero las prohibiciones, los tabúes, forman parte de la posibilidad que haya una cultura (Freud y otros autores), ya que se construye sobre la base de normas que permiten y que impiden o sea prohiben.
Ahora bien, cuando la prohibición impuesta por un FACTOR O SEA por UN GRUPO DE PODER pasa el LÍMITE de lo tolerable impidiendo la SATISFACCIÓN natural de alguna ASPIRACIÓN del individuo, surge la ACTIVIDAD CLANDESTINA, Y el OCULTAMIENTO SOCIAL (Relaciones clandestinas, etc), OCULTAMIENTO ECONOMICO (Mercados negros, actividades).
El tema se extiende mucho más, pero corto acá, y realmente es interesante, más que se lo halla vivo en muchas sociedades históricas y actuales del mundo.
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