21.1.16

Mariano Rajoy no tiene casi nada que hacer. Vaya

Se mueven todos en Madrid, menos Mariano Rajoy que está atento a que le llame Puigdemont aunque sea falso.

—Tengo la agenda muy libre— nos advierte Rajoy en un engaño telefónico que nos dice mucho más que si fuera verdadero.

Si el señor que está esperando a que lo designen candidato a Presidente del Gobierno, en la semana clave para las negociaciones y en su caso para buscar ministros y aledaños, cuando debería estar preparando los discursos de intento de investidura, admite que tiene la agenda muy libre, es que este santo país no necesita soluciones ante los problemas, pues no parece tenerlos siendo un país de maravillosos sueños. ¿La agenda vacía con casi cinco millones de parados? ¿Y no le da pena decirlo?

Rajoy tenía pocas posibilidades de alzarse con la responsabilidad, pero tras su caída en mala suerte tiene muchas menos, excepto que este santo país no sea serio. ¿Cuando los del partido Popular se van a dar cuenta que hay que cambiar de técnicas políticas para recuperar lo que no es entendible que hayan perdido en sólo cuatro años, habiendo adquirido un poder extraordinario?