20.2.16

Europa se la ha jugado…; y está perdiendo por goleada

David Cameron ha estado por Bruselas forzando a los europeos a que le hagan caso en todo, que para eso él y su Reino Unido son la clara imagen de que se puede estar en Europa sin ser de Europa, que se puede forzar a Europa sin pertenecer al euro, que se puede organizar la casa de los europeos sin poner ni un ápice del riesgo por ser europeo, pues en realidad ellos y gran parte de los ingleses ni son europeos pues no lo sienten ni quieren serlo. ¿Y para qué perdemos el tiempo el resto de europeos haciendo la cama a David Cameron cambiando nuestras normas, que ya son de por sí jodidas, para evitar que el Reino Unido se vaya todavía más de esa Europa que está muy jodida por incapacidad.

Europa está dañada y lo saben todos los que están dentro de sus tripas y despachos. Lo lógico sería mandar a David Cameron a que cruzara el charco y se dejara de presionar a Europa. Pero eso sería el final de la actual Europa, que ya de por sí es super débil. Las grietas son tantas que un estornudo haría caer el tejado. Pero es que el amigo David y tras negociar y lograr gran parte de lo que pretendía se va a su Reino Unido a preguntarles a los ingleses: ¿y ahora qué?

Es decir, podrían responder los ingleses que Europa no les interesa. Así de claros y contundentes. El 23 de junio todos votarán muy divididos por mucho que David Cameron intente que voten un SI a esta Europa. Y Europa esperará hasta junio, temblando no por lo que en realidad representa el Reino Unido, sino por lo que podría representar la salida como posibilidad de futuro para otros países. Si en vez de avanzamos nos vamos reculando, será menos Europa a costa como es lógico de los países pobres. Y menos Europa "de la mala" pues la idea de la Europa Unida se nos ha ido poco a poco por el vertedero del capitalismo comercial y financiero.

Mientras tanto que no se nos olvide, seguimos con el espada encima de los cogotes por el TTIP todavía no aprobado por miedos, y que como no se explica y además se vende desde el obscurantismo y secretismo más simple, logra hacer creer a muchas personas que es positivo lo que en realidad nadie se atreve a sacar como Ley por los enormes condicionantes que la TTIP tendría sobre el comercio, las inversiones, las relaciones laborales, el mundo rural, los productos alimentarios, los controles sanitarios, los movimientos financieros y sobre todo la justicia comercial que cambiaría totalmente.