23.7.16

Intenta ser el mejor. Pero no te lo creas

No por ser muy válido, vas a obtener todos los triunfos que te propongas, hay en el trabajo condicionantes que los provocas tú mismo con tu excesiva autoestima. Debes cuidar no sentirte por encima del entorno sobre el que te mueves, o sufrirás la consecuencias de una cierta prepotencia, que se volverá contra ti. Los errores tontos no los cometen los tontos, sino los muy inteligentes y hay que tener mucho cuidado en no caer en la trampa más sencilla.

Es negativo confiar en exceso en nuestras capacidades, pues no veremos los problemas más cercanos y sencillos. Creer que los problemas siempre son grandes y complejos, nos llevarán a no ver los pequeños, que pueden ser muy retorcidos. No es que los problemas pequeños se vuelvan grandes, que también es posible, pero si no pensamos en ellos dejan heridas de cierta incapacidad, las mejores consecuencias de nuestros triunfos. Los pequeños problemas restan valor a lo que consigamos, se lo llevan.

No debemos tener siempre razón, eso es negativo. Y aunque la tengamos, no debemos demostrarlo y menos todavía magnificarlo. La razón nos la deben dar, no nos la debemos apuntar. Y al menos, simplemente debemos esperar a que se note. Y si tienes siempre la razón, intenta equivocarse alguna vez, para que parezcas humano. Los demás odian a los que están por encima de todos y además presumen de ello. Si te rodeas de gente que termina odiándote, no vas a lograr el éxito. Aunque tengas todas las razones. Pero en el equipo serás un odiado. Cambiar de equipo puede ser una solución para volverlo a intentar.


¿Estás seguro que eres tan bueno como te crees o te estás fijando en exceso de las veces que te lo dicen los demás? Cuidado con la diferencia. Cuidado con las palmaditas en la espalda, pues algunas son falsas y sirven para empujar al abismo. Si crees que eres bueno en relación a los demás, tienen que valorar también la calidad de estos, para saber cuánto de bueno serán en otro equipo.

Es bueno tener inteligencia, sin duda, pero tener inteligencia emocional sirve para más. No lo dudes. Y si lo dudas es que no eres tan inteligente como creías. Con inteligencia emocional se logra poner mucho más en valor la inteligencia que tengas. Si otros la emplean, te ganarán. Sólo llegan arriba los que saben sumar a la inteligencia de coeficiente, una gran dosis de inteligencia emocional de saber estar y emplearla.

¿Quien te ha dicho que rendirse es malo y negativo? Para ganar, siempre, antes has tenido que perder. Y los que al final logran ganar, son los que saben levantarse y aprender de sus errores. De cada fracaso hay que sacar conclusiones. Y aprender.

Para triunfar todos han tenido que utilizar mucha rasmia, mucha dedicación y tiempo, mucho trabajo. El éxito no viene sólo ni fácil. Hay que seguir peleando todos los días, mantenerlo es tan duro como llegar. A veces mucho más. Si algo llega muy fácil, cuidado, se podrá ir igual de fácil.

¿Quieres seguir aprendiendo después de triunfar? Pues sé modesto, acepta las críticas, aprende de todos, trabaja duro, aprende a tener varias velocidades y a realizar varias tareas a la vez. Apúntate todo si no tienen una memoria espléndida. Y si la tienes también. Y acepta los errores y las críticas. De todos ellos se aprende mucho, son experiencia. Por cierto… ¿te he dicho que te rodees de los mejores y que nunca tengas gente tóxica y negativista en tu equipo?