28.11.10

¿Qué dirán los papeles de Wikileaks sobre España? ¡Jope!

Hay días que vienen tan completos que resulta imposible centrase en algo sencillo. Entre las elecciones catalanas y el palo sufrido por el tripartito (de momento sólo dispongo de encuestas a pie de urna) y las revelaciones de Wikileaks que publican varios periódicos mundiales de reconocido prestigio, uno ya no sabe si podrá soportar las dudas y los temores.
De ser ciertos los titulares que se publicitan sobre las revelaciones que contienen esos 251.287 documentos que salen a la luz, saltándose todo sistema de control político pero también lógico, en un mundo ya de por si jodido, estamos asistiendo a la mayor de las películas posibles del mejor director inimaginable, con un final incierto y peligroso.
La verdad siempre es mejor que la mentira. Aunque la existencia de la estupidez humana es la mayor verdad posible de que en realidad somos animales todavía. Que estos documentos salgan a la luz demuestra que Internet es mucho más potente que cualquier sistema de control político, y que los espías son mucho más tontos que los que dominan la herramienta de la red.
Que hayan creado una red similar a Internet para hablar entre ellos, para intercambiarse documentos, y que pensaran que seguiría siendo tan secreta como lo eran los papeles de James Bond en sus películas, es de bobos de novelita mala.
Habrá que estar muy atentos, pues además de interesantes, los papeles de Wikileaks pueden ser muy peligrosos en el medio plazo.

Consejos y trucos para mantener el amor, la convivencia amorosa durante más años

El vínculo amoroso que todos queremos que dure años, décadas, necesita cuidados y esfuerzos continuados. Y no hacerlo así —descuidarnos hasta que el vínculo amoroso se transforma en simple afecto—, trae la pérdida del amor mantenido, de ese amor que ya no es fogoso pero que es muy necesario para estar a gusto con tu pareja.
El simple afecto es perfecto para los hijos o para los amigos, pero que no nos sirve para mantener a la pareja con la que convivimos. La pareja necesita que mantengamos vivo ese vínculo amoroso…
que ya ha perdido la fogosidad del amor, esa sensación fisiológica del amor por procrear, del amor casi animal. ¿Cómo lo hacemos?
Básicamente, se trata de recuperar dos elementos: la conexión emocional y el contacto físico. ¿Recordáis cuando flotábamos, eufóricos, en la etapa del amor pasional? Podíamos pasar horas mirándonos, tocándonos y sintiendo al otro, sin más, no pedíamos nada más que la contemplación y el contacto físico.
Ese es el alimento del amor duradero. Pero con los años de uso se transforma, se pierde, cambia la necesidad o mejor dicho, cambia la forma de producirse.
¿Existen trucos para recuperar esa conexión emocional?
Si, ahí van algunos pequeños consejos para ayudar a no perder el amor, el vínculo amoroso:
Volver a escuchar a la pareja de forma que se sienta escuchada, no solo “oída” (esto implica parar el tiempo e interesarse de verdad por el otro).
Ser generoso en lo grande y en lo pequeño, como cuando todo lo queríamos compartir con el otro. Ser detallista en la relación, entregar, dar, ofrecer.
Reavivar el placer sencillo del contacto físico: caricias, miradas, abrazos.
Derrochar todo el sentido del humor del que seamos capaces de crear, porque la risa y la sonrisa son una fuente de alegría cómplice, fantástica y gratuita.
Específicamente, para los más decididos, se sugiere un ejercicio que puede dejar estupefactas a nuestras parejas pero que al parecer resulta muy eficaz: hay que mirar a la pareja a los ojos, sin decir nada, durante unos minutos, todos los días. Así conseguiremos empezar a reconectar, a recuperar ese vinculo amoroso que se puede ir perdiendo con los años, que es la esencia imprescindible del amor compartido y de la vida en común.
Y que no se nos olvide que convivir es vivir juntos, participar de la vida en común, compartir y entender, hablar y soñar juntos.