4.12.12

Los políticos somos unos imbéciles, por dejarnos engañar

El PP está logrando en España que no entendamos esto de los impuestos bajo ningún enfoque posible. A la amnistías imposibles y a la bendición no resuelta de trampas fiscales que no se persiguen, nos está afectando en los morros la pérdida de la calidad de servicios públicos, para que se nos logre convencer (peor todavía) a la sociedad que pagar impuestos es sano y lógico.

Este blog ha dicho varias veces que España no tiene un problema de déficit por excesivo endeudamiento, sino un problema de déficit por baja recaudación, por el mal uso que de los ingresos sabemos hacer. “Ingresamos menos de lo que gastamos”, que no es lo mismo que: “Gastamos más que lo que ingresamos”, aunque lo parezca.
Todo nuestro esfuerzo está encamino a gastar menos, simplemente por que no queremos trabajar para ingresar más. O lo que es lo mismo, para ingresar más hay que incidir sobre los que más tienen y estos no le dejan a Mariano que los gobierne nadie. Tampoco la Merkel.
Esto hay que dejarlo claro, Mariano está para gobernar a los pobres y a la clase media, a partir de este punto ya no existe gobierno que valga para nada. ¿Le suena a algo a qué profesión se dedica Ángel del Cabo, el último detenido (presuntamente) en la operación contra Díaz Ferrán? Es un oficio como cualquier otro. En la vida hay embalsamadores de cadáveres, prostitutas de asco y asesores de trampas de Primera División. Hay de todo.
Así que Mariano lo tenía claro, no se puede ir contra los que tienen dinero, pues van y se cabrean los muy duchos que pagan buen asesoramiento. Con pasta en los bolsillos hay gente que trabaja para todo tipo de trampas. Y a Mariano solo le queda atacar a los pobres e inválidos, a los trabajadores y a los enfermos, a los que creen que la cultura sirve para algo y a los maestros que solo parecen quejarse. Es lo fácil.
Eso si, todos estamos convencidos de que los políticos son unos jetas y unos ladrones. Un error; si acaso son (somos) unos imbéciles por dejarse gobernar por ladrones de guante blanco y sin mancharse. Los que mandan y esconden kilos de oro en el wáter no son los políticos; los que tienen apartamentos en NY escondidos a la vista, no son los políticos aunque figuren en listas mentirosas. Los políticos son (somos) los tontos útiles para los ricos riquísimos, y además están contentos de salir en los Telediarios. Lo dicho, somos unos imbéciles.

P.D.: Vuelvo a leer en lugares que dicen ser serios, lo del millón de políticos en España. Me puedo partir de risa. Yo lo soy, no cobro NADA, pero nada de nada, y así están la inmensa mayoría de los que conozco en mi gran ciudad. Hoy hemos tenido una reunión con 6 dirigentes máximos de Sanidad de Aragón, y de los 5 políticos asistentes de 3 partiso políticos diferentes, solo uno cobra sueldo de político. Uno de 5 representantes. Insisto, somos imbéciles y deberíamos quedarnos en casa. Si, lo aclaro, la reunión ha durado casi 3 horas. Y luego yo al menos he tenido que tener otra para explciar y esta tarde tendré otras dos. Y el autobús para acudir lo he pafado del bolsillo de mi santa esposa. Vamos, un pan como unas hostias, y así siempre. Efectivamente, puedo dejar de hacer lo que hago cuando me de la real gana, faltaría más, pero me gusta. Cobro de eso que se llama "gustirrinín".

Aumenta el estrés en las mujeres que llevan su hogar

Las mujeres que ejercen ese trabajo mal llamado "amas de casa", sean o no trabajadoras fuera de su hogar, son las más proclives a desarrollar algún grado de estrés, donde los detonantes principales son la monotonía y las cargas laborales excesivas, incluso con la creciente ayuda de las parejas en las tareas del hogar.

Todos estamos sometidos cotidianamente al estrés en diferentes grados y no manejarlo nos lleva a situaciones de agotamiento extremo, apatía, ansiedad, depresión e incluso intentos suicidas si no sabemos valorar nuestras propias vidas.

La mujer que solo trabaja como ama de casa tiende a desatenderse en aras de cuidar casa, la familia, hijos e incluso a familiares enfermos; y si además trabaja fuera del hogar, la carga de trabajo puede acumular aún más estrés, que la lleva a fases crónicas que detonan en cansancio excesivo, sumado a una apatía por su calidad de vida y una irritabilidad por infelicidad. Se entra en ansiedad y depresión por no ver fácil resolver sus problemas y a desarrollar migrañas, problemas intestinales nerviosos o hasta enfermedades en el corazón, por señalar algunos efectos colaterales.

Estas situaciones las llevan al médico de familia y desde aquí a los servicios de salud mental donde se diagnostica estrés crónico y se pasa a recibir tratamiento farmacológico, ya sean ansiolíticos o antidepresivos. No tanto por falta de respuesta del sistema, a grupos de ayuda y autoayuda para aprender con terapias a defenderse de estos problemas.

 Es muy interesante que cada hora (si, cada hora) del día, logremos cinco minutos para realizar algo que nos represente satisfacción como cantar, escribir, hacer ejercicios de respiración, caminar, abrazarse, darse un masaje, tomar un café, leer un poco, etc.

Hay que convivir más, buscar el contacto con familiares y amigos, que a la hora de acostarnos y levantarnos, lo hagamos sin sentirnos enojados, sino que tengamos una actitud positiva y que cada día se establezcan objetivos que se pueda alcanzar.

Entre las mujeres solo amas de casa o no, las deudas, la enfermedad o la pérdida de algún familiar o amigo cercano, la violencia psicológica del hogar o de las personas que la rodean en la vida, y un exceso de trabajo junto a un bajo reconocimiento a sus labores, afectan mucho sobre su salud psíquica.