Donald, el Presidente Trump y no el pato, ha dicho nada más llegar a Escocia que Europa puede desaparecer si no sabemos controlar la inmigración, en una muestra de que tanto sociológicamente como filosóficamente, él es un gran referente del pensamiento europeo. ¡¡Uff!!
Tiene razón Donald Trump.
Tenemos ejemplos claros de esto que ha dicho. La historia es muy impertinente. Cuando los ingleses o españoles, incluso los franceses empezaron a entrar en los territorios de los EEUU actuales, cambiaron aquellos territorios. Acabaron con sus actuales pobladores. Es la Historia.
Sabe de lo que habla Donald Trump.
Lo curioso es que no le importe tanto el genocidio de Palestina en donde también van a destrozar a una identidad territorial.
O que las guerras en África que logran el empobrecimiento brutal que hace inevitable la inmigración fuera de África, no sea un tema que debería analizar para evitar las inmigraciones.
Las palabras de Donald han sido claras: La inmigración ilegal está matando a Europa. El presidente de EE UU acusa directamente a los gobiernos europeos de permitir una “invasión” y advierte de sus consecuencias para el continente.
Pero hay muchos más factores.
Por ejemplo hay que recordar que parte de estas consecuencias derivan del comportamiento social de los propios europeos, con un número de hijos por parejas teóricas, que es bajísimo, con un índice de natalidad medio de 1,38 por población.
Con este dato de 1,38, que en España se sitúa en 1,16 por mujer, está claro que es imposible reemplazar al número 2, básico de dos personas para la media, que es necesario para el reemplazo generacional.
Tiene razón Donald Trump.
Si cada vez tenemos menos nacimientos desde padres y madres europeos, pero aumenta la población en Europa, es por tener hijos de personas no europeas.
Por ejemplo hay que recordar que parte de estas consecuencias derivan del comportamiento social de los propios europeos, con un número de hijos por parejas teóricas, que es bajísimo, con un índice de natalidad medio de 1,38 por población.
Con este dato de 1,38, que en España se sitúa en 1,16 por mujer, está claro que es imposible reemplazar al número 2, básico de dos personas para la media, que es necesario para el reemplazo generacional.
Tiene razón Donald Trump.
Si cada vez tenemos menos nacimientos desde padres y madres europeos, pero aumenta la población en Europa, es por tener hijos de personas no europeas.
Pero además, si los trabajos menos agradables no los quieren hacer los europeos, el cambio es lento pero imparable hacia un cambio social y cultural en comparación con la Europa del siglo XX.
Lo que me extraña de esas razones de Donald es que no se lleven bien con sus decisiones. La solución no pasa por expulsar, pasa por explicar muy bien qué es la inmigración, por qué se produce, qué beneficios o problemas representa para los países de acogida, y con toda esa suma, ir tomando decisiones de variado tipo.
Incluidas las de no comenzar guerras en países pobres, no robarles sus recursos económicas y naturales, y admitir que no solo el problema es de los que vienen, sino también de los que estamos.
Por cierto, cuidado con los inmigrantes mal tratados, pues se podrían ir de Europa, y el roto sería de premio a la estulticia. De España ya se van lentamente chinos o rumanos. Y no siempre es esto positivo.
Lo que me extraña de esas razones de Donald es que no se lleven bien con sus decisiones. La solución no pasa por expulsar, pasa por explicar muy bien qué es la inmigración, por qué se produce, qué beneficios o problemas representa para los países de acogida, y con toda esa suma, ir tomando decisiones de variado tipo.
Incluidas las de no comenzar guerras en países pobres, no robarles sus recursos económicas y naturales, y admitir que no solo el problema es de los que vienen, sino también de los que estamos.
Por cierto, cuidado con los inmigrantes mal tratados, pues se podrían ir de Europa, y el roto sería de premio a la estulticia. De España ya se van lentamente chinos o rumanos. Y no siempre es esto positivo.