18.2.19
Más humanidad, por favor. O menos animalismo
Todo puede ser más moderno, pero no por eso será mejor o más humano. Depende. Lo que sí notamos es la deshumanización de las relaciones, hay rabia y violencia verbal para regalar, hay ganas de tener la razón sin razones, de ganar sin tan siquiera presentarse a nada. Tal vez haya que pensar más y hablar menos, escuchar más y recapacitar. O al menos intentar hablar sin violencia verbal, sino con mesura.
Un Alfonso Guerra simplista me defraudó. Más
No me gustó nada de nada un Alfonso Guerra prepotente y fuera de su tiempo en un Salvados que no quiso hacer arrinconamientos fuera de tiempo, para no dejarlo en entredicho, todavía más. Alfonso Guerra ha cambiado, o lo que podría ser peor, he cambiado yo tanto, que ya no soy capaz de reconocerlo.
Hoy sus viejos gritos de descamisado suenan a fuera de lugar y a populistas, pero sus actuales posiciones de señorito andaluz suenan a no válidos para encontrar soluciones, y eso en un alto responsable político de la historia reciente, suena muy mal.
Se nota un respiro a odio al que no soy capaz de encontrar motivos en el ahora, pero sobre todo es tan distinto a sus libros escritos en los años 90, que remitirse a ellos es la mejor imagen de su cambio.
Hoy sus viejos gritos de descamisado suenan a fuera de lugar y a populistas, pero sus actuales posiciones de señorito andaluz suenan a no válidos para encontrar soluciones, y eso en un alto responsable político de la historia reciente, suena muy mal.
Se nota un respiro a odio al que no soy capaz de encontrar motivos en el ahora, pero sobre todo es tan distinto a sus libros escritos en los años 90, que remitirse a ellos es la mejor imagen de su cambio.
Cuando Salvados lo puso a la altura dialéctica de José María Aznar se calló el trampantojo y el PSOE perdió votos como una sangría sin sanguijuelas.
Un mal día lo tiene cualquiera, incluso Alfonso Guerra, pero cuando sus palabras desnudan un discurso viejo que se ha intentado modernizar a costa de pulirlo hasta quedar anclado en un conservadurismo populista, el dolor por un pasado manipulado suena a feo.
Un mal día lo tiene cualquiera, incluso Alfonso Guerra, pero cuando sus palabras desnudan un discurso viejo que se ha intentado modernizar a costa de pulirlo hasta quedar anclado en un conservadurismo populista, el dolor por un pasado manipulado suena a feo.
Yo esperaba una visión más constructiva, nada simplista, conservadora pero válida. Y me encontré a un Alfonso Guerra fuera del siglo XXI.
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