18.11.09

Alakrana, los secuestros o la teoría de las patatas calientes

Acabado el secuestro es momento de que todos nos sintamos libres para opinar y criticar. Se han salvado las vidas, lo que era primordial en este asunto, y a partir de aquí todos debemos cuestionarnos los sistemas y las formas, las soluciones y los errores.
Los armadores no han cumplido con su obligación, llevando a faenar un barco a zonas peligrosas, sin la autorización del Gobierno de España o lo que es peor, engañando y no haciendo caso a las recomendaciones de los ministerios.
El Gobierno ha sido lento en sus negociaciones, y sólo ha puesto velocidad cuando el propio Zapatero tomó el asunto entre sus manos, demostrando que lo peor que hace José Luis Zapatero es forman equipo.
Pagar rescate es una barbaridad, más si se hace a una banda de asesinos inhumanos, que van a emplear esos dineros en cometer más asesinatos dentro de sus propios países o a seguir comprando armas para secuestrar más barcos. Hay que acabar con estas mafias guerreras sin sentido, que afectan a la seguridad no sólo de barcos occidentales sino de los propios países africanos que no levantan cabeza entre otros motivos por culpa de estos señores de la guerra.
El Gobierno debe quedar como quien propició la negociación pero nunca como quien pagó el rescate. NUNCA.
Me da igual si lo pagó o no, lo que debe quedar totalmente claro para todos, es que NO PAGO. Cualquier debilidad en este punto se volverá contra el Gobierno. Luego, el trabajo que haya realizado el propio Gobierno para la liberación se habrá tenido que hacer con inteligencia (y no militar sólo) para evitar males mayores.
¿Se imaginan a un Gobierno de Zapatero, pillado en renuncio, quedando como el que pagó los millones del rescate?, sería tremendo para todo sistema de defensa antiterrorista, sea interior o exterior. A partir de esos momento, y por la ley escrita de que todos somos iguales ante la ley, cualquier grupo terrorista podría sacar financiación a costa de bastardas acciones. Así que esperemos que el Gobierno haya hecho bien sus deberes.