21.8.10

Diferentes maneras de defenderse con huelgas

Los controladores aéreos españoles nos han enseñado este verano que hay otras formas de huelga, de presionar a las empresas que se cierran a negociar. Bien asesorados por la empresa de comunicación del periodista Lalo Azcona, han sabido diseñar formas y maneras que además no son mal contempladas por la sociedad —les apoyan según las encuestas hasta un 40% de la sociedad— lo cual dice mucho de que hay que encontrar nuevas maneras.
No sirve ya plantear la huelga salvaje, la huelga general vieja, simplemente porque ya nadie cree en su eficacia. Ni los trabajadores y por ello la siguen de mala gana, ni los empresarios que saben organizarse par que les afecte lo menos posible, ni los medios del poder que juegan con cifras y con servicios mínimos que más parecen máximos sin contar a las fuerzas de seguridad.
No se trata de dar aquí pistas sobre por donde deben ir las huelgas futuras, o tal vez si. Pero sobre todo por donde NO deben ir.
Fijémonos en los controladores asesorados. Anuncian una huelga general pero no dan fecha. Hablan de agosto, igual septiembre. Dicen que un día, luego que varios días para pasar a comentar como el que no quiere la cosa que igual es indefinida para acto seguido decir que no, que a lo sumo lo decidirán cuando toque. Confusión que confunde y sin hacer nada de nada. Las empresas necesitan seguridad. La inseguridad es un movimiento brutal para las empresas y hace que además se tengan que mover con los consiguientes costes, para luego no servir para nada. Los trabajadores mientras tanto no han perdido sueldos, no se han tenido que enfrentar, no tienen que demostrar su fuerza.
Hay más soluciones “diferentes”, ahora que cada uno se las imagine, pues de momento no nos las han asesorado. Pero las hay, ya lo creo. Otra cosa es que los sindicatos sean “tan finos” como para asumir que a veces la mejor forma para conquistar una cima no es atacando la cima. Ni de frente, ni de costado, ni por arriba.