4.10.10

Zapatero pierde en Madrid una parte de su credibilidad

En política todos los errores de estrategia se pagan y Zapatero y su equipo han cometido un exceso de complicado entendimiento que además no parecen desear enmendar en un acto lógico de inteligencia política que hubiera llevado a Zapatero a la sede de Callao el domingo a recibir los palos o por que no, los aplausos, tal ven en un ejercicio de populismo mal entendido, pero de perdidos al río.
Deben caer piezas de un equipo —el de Zapatero— que se equivoca, o lo que es peor, intenta y no lo consigue, manipular a las bases de su partido. Deben dimitir los que cometieron excesos verbales y no supieron medirse, simplemente para que no caiga tan de golpe Zapatero. Y deben tomar buena nota los socialistas del equipo ganador, muchos, variados y no todos dando la cara, pues se espera mucho de esa nueva manera de decir no, con tanta energía. Si mal esta decir siempre que no, peor puede ser decir siempre que si, para no perder el sillón, pero a cambio perder credibilidad y energía en busca del cambio y el recambio.
Puede ser la perdida de virginidad política de un Zapatero con errores de calado que no cree en los cambios de equipo como revulsivos para con la renovación tomar impulso. Pero también puede ser el punto de salida para el necesario cambio interno en profundidad en que un nuevo tipo de políticos de izquierda tome el relevo e intente frenar la hecatombe que podría venirle al PSOE si no cambian muchas de sus formas internas. El cambio generacional le puede salir mal a Zapatero por no saber mezclar y no saber dominar los tempos. Nunca es tarde.