21.3.12

Molestan los nacionalistas a Peces Barba que quiere marcar más las cartas electorales

Gregorio Peces Barba, figura política muy respetada, expresidente del Congreso y padre de la Constitución, propone ahora una reforma constitucional para elevar hasta 400 los Diputados del Congreso, con un reparto proporcional para esos 50 nuevos Diputados entre las 10 circunscripciones más pobladas, dicen que para evitar el aumento del voto nacionalista. Del voto nacionalista NO español, claro. Pero se equivoca en varios frentes. Es posible que ese voto se repartiera entre PSOE y PP, pero también junto a IU y sus partidos coaligados más un reparto mayor a UPyD y por qué no, junto a partidos nacionales que puedan surgir de carácter extremo.

Todo el mundo tiene derecho a equivocarse, también Peces Barba. España funcionará mejor, políticamente, socialmente y pacíficamente, si a los partidos nacionalistas los tenemos integrados en el sistema político. Se nos olvida a veces que la representación política de los partidos que algunos llaman nacionalistas de manera muy global, lo es por los votos de muchos miles de españoles, sean vascos, catalanes o aragoneses. Es decir, de tener culpa de algo, no sería de unos cuantos Diputados, sino de muchos miles o cientos de miles o incluso millones de españoles que han decidido que a ellos les representan los que han elegido.

E intentar que estos ciudadanos NO puedan elegir en igualdad de oportunidades a los Diputados que deben elegir por Ley hoy, es jugar a marcar las cartas ya marcadas.

Es más sencillo que la circunscripción electoral deje de ser la provincia par pasar a ser el territorio autonómico. Por ejemplo. Es más lógico estudiar otros sistemas electorales ya planteados que faciliten un Congreso más plural y no bipartidista, sobre todo cuando existen millones de votos que se pierden por diversos motivos. Pero claro, ahora que es cuando el PSOE está en horas bajas, se les ocurre buscar sistemas que les siga amparando como al menos segundo partido nacional por los siglos, sin que nadie se les pueda ni acercar.

El PSOE tiene suficiente espacio político y una ideología muy asentada como para necesitar ayudas constitucionales. Otra cosa es que el miedo por no haber hecho bien las cosas les atenace a algunos. Más lógico vería una integración identitaria que no una fusión ni mucho menos una absorción, entre diversos partidos de izquierda de este país, buscando una representación más lógica. Pero cierto es que las maquinarias políticas y sus dirigentes no facilitan en nada estos caminos. Pues entonces se reconoce, se apaga la luz si no somos capaces de reformar por no ceder, y se espera a que surja el milagro de la multiplicación de los panes y de los peces.