27.3.12

Tiendecitas de compra venta de oro, repartidas por los barrios

Las tiendas pequeñitas que ahora se dedican a comprar oro a familias con serias dificultades han proliferado como setas, más que casi los bares regentados por familias chinas. Se van en todos los barrios, ya no solo en los centros de las grandes ciudades. Y además han vuelto a poner de moda al hombre anuncio en las grandes urbes, que con petos fosforitos nos intentan comprar o vender todo el oro que brilla por nuestros hogares.

Compran oro sobre todo pero también papeletas de empeño, esa nueva necesidad cuando las economías se hunden. Es fácil prever que con la misma gracia con la que han nacido, un día desaparecerán, pero mientras tanto se dedican a llenar de carteles amarillos algunas fachadas de locales, para llamar la atención del necesitado. ¿dónde está el beneficio?, pues en el trapicheo, en el comprar y vender rápido —o no— basándose como los bancos en la diferencia ente lo que se paga por tener oro o dinero y vender ese oro o dinero a otros, sean personas o mercados.