27.8.15

Todos somos seres humanos. Aunque no nos lo creamos

El camión húngaro en Austria no es nada más que la última vergüenza de todos nosotros. Sé que parece duro señalar a toda nuestra sociedad como responsable de estos dramas, pero llevamos años sembrando lo que ahora poco a poco vamos a ir recogiendo. Aunque no nos guste nada leerlo. Aunque creamos que las dos últimas décadas han sido fáciles y gratis.

Escucho curiosos comentarios por todos los sitios. Todos tienen soluciones, todos hablan del "yo" y desde el "yo" y eso me preocupa más, pues supone regar la siembra de los problemas. Yo. Yo. Yo. Mientras no asumamos que esto es inevitable excepto que nos lo tomemos muy en serio, no entenderemos nada. Son seres humanos como tú y yo, tan inmigrante como eres tú o yo en el Reino Unido o Polonia a poco que cambien los tratados cuando quieran unos pocos, o tan inmigrantes como nosotros hoy mismo si un día necesitamos ir a sobrevivir a los EEUU, a Brasil o a Marruecos. ¿Acaso crees que eso es imposible?

La globalización llegó para todo y todos. No solo para poder comprar McDonalds en Suiza o en Libia. La globalización es imparable. El Mediterráneo ya no es una frontera suficiente para que Europa se sienta ajena a los problemas del sur. Sobre todo si ella misma los alimenta o los ignora. Un problema en China nos afecta, así que uno en Libia o Siria que están aquí al lado, ni te cuento. ¿Cuanto hace que no miramos el mapa del Mediterráneo para entender de qué va esto?

Las personas somos iguales, aunque creamos que los bienestares y libertades nos perteneces por derecho adquirido. Es un error. Cada bien estar y bien vivir hay que defenderlo cada día, pero con inteligencia social, no con la miopía de pensar que vivimos en una isla llamada mundo occidental y que con eso ya es suficiente. Eso es del siglo pasado y ya no sirve, aunque nos empeñemos en creer que si. Hoy o somos defensores del humanismo o somos enemigos de él. Y cada posibilidad tiene sus problemas pero también sus posibilidades de futuro. Cada uno elegimos varias veces al día. Así que las posibilidades de equivocarnos son también varias cada día.