12.7.19

Los dirigentes políticos nunca deberían preguntar. Tienen que decidir

Uno de los tremendos equívocos que sufre la actual izquierda en España es que se cree que todo hay que consultarlo para demostrar democracia participativa. Y es mentira, nos engañamos a los cubiletes. Primero porque se pregunta en un momento dado, no en otro, ni antes ni después, sino cuando conviene. 

Luego está el contenido de la pregunta que según el texto ya se está trabajando en la respuesta deseada. Es jugar con las cartas marcadas.

Y sin duda el gran error de todos estos procesos es decidir preguntar cuando lo que toca es tomar decisiones desde quien las debe tomar. Pasar la responsabilidad al conjunto de la militancia no es participativo, pues en algunos asuntos no es posible participar de forma válida si no se tienen todas las informaciones.

Elegimos precisamente a los líderes de todos los partidos políticos para que tomen decisiones. Y para que acierten o se equivoquen. Para ser Presidentes de Comunidad de Vecinos sirve cualquiera, con tal de cobrar un sueldo y atenerse a unas normas.

Nadie como quien negocia para saber qué respuesta hay que dar en cada momento, qué decisión hay que tomar. 


Es un absurdo pretender que tengan que ser los militantes los que tomen una decisión tan compleja y llena de tantos item que desconocemos, pues los convocados no han estado negociando, ellos no saben todas las claves por mucho que se intenten explicar. ¿Para qué sirve pues negociar?