14.2.22

Desde Soria a Aragón… un paseo en el tiempo

Hemos visto unos resultados en Castilla León que sin duda tienen muchas aristas, diversas lecturas, interesantes reflexiones a su alrededor. Sobre todo, por ser el aperitivo de unas Generales (casi) cercanas, de unas Municipales y Autonómicas en donde toda España se juega —posiblemente— bastante más que sus próximos cuatro años.

Podemos pensar (ojalá no) que lo sucedido en Castilla León no nos afecta tanto a todos, y que las lecturas y reflexiones no entran de lleno en el Futuro o en la concepción del papel que la izquierda debería hacer en estos tiempos, mientras vamos sumando equivocaciones en la misma medida que las suma el PP, Podemos y Cs, y las va aprovechando un partido de extrema derecha al que desde cada vez más espacios, se intenta blanquear.

Si leemos sobre los años anteriores a la Guerra (mal llamada) Civil en España, o a la II Guerra Mundial, todos podríamos ver ahora (a tiempo pasado) que se veía venir lo que luego sucedió. Que los avisos eran numerosos y claros. Y que aparentemente nadie supo (o quiso) verlos. O nadie supo resolverlos. 


Lo cierto es que las pistas que va dejando con anterioridad toda acción histórica se van produciendo por los caminos que se recorren con suficiente antelación… si somos capaces de verlas.

VOX sabe muy bien —posiblemente mejor que nadie—qué quiere ser de (más) mayor y qué quiere hacer si no se equivoca en sus tácticas para ocupar el Poder. 

Y mientras, la derecha se afianza alrededor de un líder incapaz, y la izquierda se dedica a equivocarse de estrategias, a diluirse, a no entender quién está arriba y quién abajo, a no comprender lo que sucede con su propia sociedad. Se equivoca de táctica, que podría servir en el 2000 pero que ya no sirve para el 2022, y no quiero decir nada mas al respecto.

Aragón es un espacio muy múltiple y lo ha demostrado siempre, ahora más. Pero además de ser múltiples somos enemigos de nosotros mismos. Huesca odia a Zaragoza, Teruel se pone a trabajar en masa desde diversos frentes sociales ajenos a un trabajo conjunto de Aragón pero con un índice de participación que nos asombraría si lo conoceríamos bien, Huesca no sabe donde está Teruel y si lo sabe asume que está MUY lejos, la ciudad de Zaragoza odia a todos, y todos odias a la ciudad de Zaragozeta. Nuestro enemigo no es el Almería FC sino el S.D. Huesca. ¡Uff!

Y seguimos pensando que Aragón puede ser algo importante sin contar con el 55% de los aragoneses o ninguneando al otro 45%, y sin darnos cuenta de nuestro gran valor estratégico por nuestra posición, pero con una debilidad manifiesta y que son nuestros potentes vecinos, que nos ningunean como poco. A cambio, nosotros los odiamos también.

En Aragón es muy complicado lograr aragoneses con poder de convocatoria, de razón, de poder, de capacidad para crear a su alrededor sinergias y ganas de trabajar. 

Y cuando surge una idea, una persona, un concepto, un medio… tendemos a destrozarlo. 

Lo primero es ningunearlo, luego socavarlo para ver qué aguante tiene, y cuando ya está en la fase débil de dudar…, si merece la pena…, ir a por sus pies y cortárselos a la altura de la hierba. Nunca tenemos recambio ni pensamos en eso, simplemente es que nos gusta segar a ser posible con dalla para no tenernos que agachar mucho.

Creo que en Castilla se repetirán las elecciones. Que entre en el Gobierno de Castilla León VOX con una Vicepresidencia es mucho peor. Pero me importa Aragón y su pequeña capacidad para reflexionar y saber encontrar respuestas. 

Estamos en un tiempo en que económicamente en Aragón no nos va nada mal, aunque eso no se traslade a la sociedad que más lo necesita en Aragón. Pero algo es algo. Podemos sonreír, pensar que no sucede nada de nada, que lo que vemos son espejismos, y no querer saber nada de lo bien que se construyeron las dictaduras blanqueadas a costa de populismo con sonrisas de frente, y asesinatos por debajo.

Todavía tenemos tiempo desde la izquierda que podría valer para estos tiempos en España (y que no es toda) el intenta asentarse mejor, entender el Aragón actual, que no se parece al de 1980 ni al del 2000, y que seamos capaces de seguir trabajando mucho, pero sobre todo mejor. 

Julio Puente