24.2.15

Nos quieren explicar el Estado de la Nación. Pero sin decir la verdad

Tras saber por boca de la familia Pujol que no tienen un puto duro, y darnos cuenta que por fin estamos viendo trabajar a Bárcenas que debe ir cada dos días a la comisaria a firmar lo que se supone un gran esfuerzo de obediencia, entramos en el Debate del Estado de la Nación con promesas del más variado pelaje.

Nos tratan como a niños tontos, como literalmente imbéciles. Nos quieren prometer en estas dos jornadas el cielo feliz, el gozo libre y la sonrisa tatuada para que no se nos olvide. El caso es prometer con urgencia pues vienen las elecciones y no se trata de llegar a ellas sin enmendar aquellas mentiras que no han calado. Hay que ampliar el grado de la mentira para llegar, pues no están logrando recuperar los votos secuestrados. Así que veremos a los del bipartido poner caras simpáticas, decir que ahora es el momento, SU momento, y que tranquilos todos, pues están por y con nosotros.

Sin duda nos toca caer en la trampa, dejarnos engañar otra vez y aplaudir con las orejas. Nada hay más cómodo que seguir siendo unos obedientes esclavos de los simpáticos (también) esclavos de los que realmente mandan escondidos. ¡Snif!

23.2.15

¿Debemos seguir publicando imágenes de las ejecuciones de EI?

Los medios de comunicación, sobre todos las televisiones, se están equivocando con la difusión de las imágenes de ejecución por parte del Estado Islámico, horrorosos pero creados expresamente para ser difundidos y así propagar el terror, el horror.

Este mismo planteamiento se hicieron en España durante los años 80 y la autocensura funcionó de alguna manera, para evitar que los terroristas consiguieran sus objetivos. Es sentido común, es lógica de defensa, aunque nos pueda suponer aceptar la autocensura como un elemento de pérdida de derechos.

Para la sociedad actual que consume noticias como quien consume un programa rosa o los cuernos de un matrimonio conocido, meter mezclado entre toda esa sopa de noticias la ejecución terrible en un escenario teatral, perfectamente creado para producir terror, es hacerles la cama a los directores de la violencia.

Se habla que en estas semanas en España se está muy pendiente de un posible secuestro muy determinado con posterior ejecución para simplemente difundirla en los medios de comunicación. Un asesinato por encargo para que salga en los medios de comunicación. ¿De verdad no somos capaces de tener sentido común y aprender a defendernos? Las muertes en manos de guerreros violentos se dan dentro del EI o de Siria, a veces en Palestina o Ucrania, Irak o por desgracia en carios otros lugares del mundo en guerra. Todos tenemos responsabilidad en saber discernir qué debemos ofrecer, de qué debemos hablar. Y los medos de comunicación también tienen su obligación inteligente.