21.12.24

Atentado en la ciudad alemana de Magdeburgo


El atentado en la ciudad alemana de Magdeburgo es otro ejemplo de que hay que tener mucho cuidado con los extremismos en todos los espacios públicos, pues reflejan personalidades y peligros para todos, que solo se puede minimizar desde la autodefensa de esos espacios. Solo se necesita un loco asesino para trastocar unas fiestas populares.

El hombre de 50 años, nacido en Arabia Saudí y que llegó a Alemania en 2006, mientras residía y trabajaba en la localidad de Bernburg, a unos 50 kilómetros de Magdeburgo, era ya conocido por diversos servicios secretos, pues difundía en las redes sociales mensajes conspiracionistas, según los cuales Alemania trabajaba en favor de la “islamización de Europa” y perseguía a los refugiados saudíes.

Parece ser que este hombre también expresaba simpatía por el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania y por Elon Musk, el propietario de la red X y aliado de Donald Trump.

En apariencia no era un terrorista que actuara a favor del islam, sino como dijo en una entrevista: “Soy el crítico del islam más agresivo de la Historia”, desde un radicalismo atípico y posiblemente aunque con una inteligencia alta, dentro de ciertos problemas mentales complejos de descifrar.

Su último mensaje de voz en Redes intenta explicar lo inimaginable: “Hola, mi nombre es Taleb Al Abdulmohsen, Soy doctor psiquiatra, trabajo en Alemania. Esta historia comenzó hace mucho tiempo, al menos hace 2.400 años, cuando los atenienses ejecutaron a Sócrates por su crítica de la religión. Y hoy día, los descendientes culturales de los antiguos griegos son Europa y Norteamérica. Y actualmente en estos países la nación que activamente y criminalmente persigue a los críticos con el islam para arruinar sus vidas es la nación alemana. Por eso considero a la nación alemana responsable del asesinato de Sócrates.”

Hay que estar muy pendientes desde los Servicios Secretos occidentales de cualquier atisbo de violencia verbal que pueda degenerar, pues la única manera de defendernos desde el mundo contra el terrorismo son la Inteligencia y sus modelos de defensa.

No es la primera vez que se ataca en fechas cristianas, contra grupos de gente totalmente ajenas a estos problemas. Y a veces los ataques pueden venir desde mentalidad complejas de comprender en sus intenciones. 


16.12.24

La empresa del siglo XXI. ¿Neoliberal, socialdemócrata, cooperativa?


En estos momentos la empresas pequeñas o medianas que no hayan cambiado su forma de ser (quedan muy pocas), su personalidad, sus sistema organizativo, sus controles de Calidad Total, lo tienen muy crudo. 

La empresa familiar, paternalista, no funciona bien desde hace casi medio siglo, lo cual no es óbice para que no existan muchos empresarios paternalistas que se creen que una empresa es el salón de su casa.

Tampoco funcionan las empresas encerradas en sí mismas, las que no controlen muy bien sus costes, sus calidades, sus servicios, su influencia en el mercado que tocan, el papel de la competencia y de los proveedores, su formación constante, sus objetivos bien diseñados, etc.

Hoy hay para elegir dos formas de ser en RR.HH. como forma básica de entender el conjunto del equipo, dos personalidades de empresa, bien distintas en la gestión de tu producción y de tus colaboradores. La empresa con gestión neoliberal y la que se gestiona de manera socialdemócrata. Y me intento explicar.

La empresa neoliberal es aquella en la que unos pocos tiene todo el poder y la decisión, otro grupo de personas trabajan en la organización con contratos lo más eventuales que se puedan, con unos costes muy ajustados, y en donde el resto del trabajo se subcontrata para evitar tener gastos fijos, pudiendo repercutir esos costes que a veces son más altos, en el producto que venden, pero se aseguran que ante las crisis no tengan costos fijos que les asfixien.

La empresa socialdemócrata se compone de una organización participativa, donde se delega en bastantes grupos de trabajo tanto las decisiones como el trabajo, se es flexible para adaptarse a cada momento, pero dentro de una organización fija y una comunicación entre los miembros muy fluida y amplia. Se busca una estabilidad laboral amplia, se trabaja mucho la motivación cuidando el departamento el personal y formación, para tener siempre al equipo con motivación innovación y con ganas de seguir y ampliarse. No se subcontrata, pero si se crean empresas de servicios del mismo grupo. La diferencia es inmensa aunque parezca lo mismo, porque la motivación de cada grupo de profesionales de servicios es muy distinta.

Ninguna es perfecta en sí misma, y desde luego no todos pueden acceder a uno o a otro tipo de empresa si no se tienen los mimbres para ella. 

Hay organizaciones, jefes, empresas, gremios, servicios, que hacen muy complejo una elección u otra. Curiosamente como dice el refrán, dios los cría y ellos se juntan. En algunos sectores solo hay jefes capaces de un tipo de empresas.

Y si bien digo que ninguna es perfecta, si que digo que todas las empresas deben adaptarse hacia un nuevo modelo de gestión, con sus consecuencias, porque lo que no se puede es estar en tierra de nadie. No todo es blanco o negro, pero con matices, no hay hoy otros tipos de gestión posible, en periodos de crisis y de grandes cambios.

He dejado para el final la que sin duda puede ser la empresa que tendrá que ir cogiendo el testigo en este siglo recién empezado. 

La empresa cooperativa, el autoempleo, el ser dueño del puesto de trabajo, porque cada día nos lo ponen más complicado ser el esclavo. No se nos enseña a crear empleo, no se nos enseña a cuidarlo y a ordenarlo, no interesa que sepamos trabajar por el empleo, y se nos engaña con limosnas que reciben los sindicatos en forma de subvenciones, cursillitos y palmadas en el hombro. Parece imposible que este tipo de empresas crezcan, incluso si nacen, parece imposible que se mantengan en el tiempo.

¿Seremos capaces de crear una nueva forma de empleo? ¿tal vez esperamos a que sean las empresas y los empresarios los que nos lo propongan? ¡Ja! ¿a qué esperamos?