23.4.08

La empresa del siglo XXI, entre neoliberal, socialdemócrata o cooperativa

En estos momentos la empresas pequeñas o medianas que no hayan cambiado su forma de ser, su personalidad, lo tienen crudo. La empresa familiar, paternalista, no funciona desde hace un par de décadas, lo cual no es óbice para que no existan muchos empresarios paternalistas que se creen que una empresa es el salón de su casa.
Hoy hay para elegir dos formas de ser en RR.HH., dos personalidades bien distintas. La empresa con gestión neoliberal y la que se gestiona de manera socialdemócrata. Y me explico.

La neoliberal es aquella en la que unos pocos tiene todo el poder y la decisión, otro grupo de personas trabajan en la organización con contratos lo más eventuales que se puedan, con unos costes muy ajustados, y en donde el resto del trabajo se subcontrata para evitar tener gastos fijos, pudiendo repercutir esos costes que a veces son más altos, en el producto que venden, pero se aseguran que ante las crisis no tengan costos fijos que les asfixien.

La socialdemócrata se compone de una organización participativa, donde se delega en bastantes grupos de trabajo tanto las decisiones como el trabajo, se es flexible para adaptarse a cada momento, pero dentro de una organización fija y una comunicación entre los miembros muy fluida y amplia. Se busca una estabilidad laboral amplia, se trabaja mucho la motivación cuidando el departamento de personal y formación, para tener siempre al equipo en forma y con ganas. No se subcontrata pero si se crean empresas de servicios del mismo grupo. La diferencia es inmensa aunque parezca lo mismo, porque la motivación de cada grupo de profesionales de servicios es muy distinta.

Ninguna es perfecta en sí misma, y desde luego no todos pueden acceder a una empresa si no se tienen los mimbres para ella. Hay organizaciones, jefes, empresas, gremios, servicios, que hacen muy complejo una elección u otra. Curiosamente como dice el refrán, dios los cría y ellos se juntan. En algunos sectores solo hay jefes capaces de un tipo de empresas.

Y si bien digo que ninguna es perfecta si que digo que todas las empresas deben adaptarse hacia un nuevo modelo de gestión, con sus consecuencias, porque lo que no se puede es estar en tierra de nadie. No todo es blanco o negro, pero con matices, no hay hoy otros tipos de gestión posible, en periodos de crisis.

He dejado para el final la que sin duda puede ser la empresa que tendrá que ir cogiendo el testigo en este siglo recién empezado. La cooperativa, el autoempleo, el ser dueño del puesto de trabajo, porque cada día nos lo ponen más complicado ser el esclavo. No se nos enseña a crear empleo, no se nos enseña a cuidarlo y a ordenarlo, no interesa que sepamos trabajar por el empleo, y se nos engaña con limosnas que reciben los sindicatos en forma de subvenciones, cursillitos y palmadas en el hombro. ¿Seremos capaces de crear una nueva forma de empleo? ¿tal vez esperamos a que sean las empresas y los empresarios los que nos lo propongan? ¡Ja! ¿a qué esperamos?