1.9.15

Si Cristo levantara la cabeza dejaría de ser cristiano

España es uno de los países más cristianos del mundo. Los dirigentes del Gobierno de España son de los más clericales de Europa. Íntimos amigos de obispos y similares. Fervientes defensores de seguir promocionando la escuela religiosa para que los niños españoles sigan siendo católicos.

Pero a la hora de hacer caso a los mandamientos de Cristo, de acoger al que necesita ayuda, de apoyar al pobre y al desplazado, al que sufre, sin mirar nunca lo que hace cada mano, sin mirar la procedencia o el origen, cuando toca pues realizar lo que Cristo nos ha enseñado a todos, pero más a los amigo de los Obispos, entonces…, entonces se rajan y prefieren ir al infierno.

Y deciden que sean 2.749 personas las que tengamos que acoger en España —joder qué tropa de dirigentes— como si fuera posible medir y contar el número de personas que necesitan ayuda, con la precisión de las unidades como si fueran barras de pan.

Si Cristo levantara la cabeza dejaría de ser cristiano. Pero mientras tanto seguimos empleando gases lacrimógenos en vez de botellas de agua y bocadillos de tortilla o de chorizo, para recibir a los que necesitan ayuda. Ya sé que esto es demagogia. Sé que todo lo que no le gusta al que manda, es siempre demagogia. Pero a los desplazados por las guerras que provocamos todos, esos, seguro, no saben diferenciar entre demagogias, sino de dolores y hambres de todo tipo.