30.11.10

Es imposible vivir sin tener un sistema de gobierno

Curiosamente —seamos realistas, nos lo esperábamos— el partido de fútbol del Barcelona ha suscitado más interés entre los españoles que los resultados de las elecciones en Cataluña de este 2010. Es decir, algo que dura hora y media y a lo sumo un día de comentarios, nos resulta más interesante que un cambio político que afectará a todos, aunque seamos de Melilla o de Lugo. Poco o mucho, a todos. ¿Estamos tontos?

Mal somos, mal vamos, mal iremos, si no somos capaces de separar el trigo de la paja y exigir que el grano sea puesto en reserva para cuidardo. Por mucho que estemos hartos del trigo.

Porque esta sociedad nos pertenece, es la nuestra, y si no queremos cuidarla, cambiarla, vivirla, criticarla…, se nos irá al garete. 

Y como es imposible vivir sin sociedad que nos envuelva, vendrá otra a ocupar su espacio.

Igual que el mar no puede estar sin agua por mucho que la quitemos a mano o con pozales o con excavadoras  así las sociedades no pueden estar sin organización que las envuelva. 

Es imposible. 

Incluso el anarquismo más duro es una forma de entender la sociedad y el Estado.

Si abominamos de lo que tenemos y no edificamos otra sociedad posible, no hay problema para algunos. Ellos edificarán por nosotros y a su medida la forma de gobierno que les interese. 

Nada mejorará por el simple hecho de pasar de ello, nada cambiará a nuestro “mejor” por estar escondidos. Si acaso para “su mejor” y mientras tanto…, nosotros elegimos, siempre elegimos, incluso cuando NO elegimos.