13.11.10

Las palabras de Otegi en su juicio abren un nuevo síntoma

Han pasado con pena y sin gloria las palabras del alegato final de Otegi en su juicio por las declaraciones de Anoeta. Puede ser lo lógico, ante su actitud mantenida durante muchos años de no condena de la violencia desde un puesto importante en el entramado político de ETA. Pero al igual que puede ser lo normal, no debería ser lo inteligente, pues al final, tendremos que resolver este enorme problema de una forma sensata, dialogada con alguien, aunque ya estemos a punto de derrotar a ETA por métodos policiales y judiciales.
Dialogar no es ceder, obligatoriamente. Dialogar es sentar las bases de un acuerdo, es intentar resolver definitivamente un problema. Y no se nos debe olvidar que detrás de la izquierda separatista en el País Vasco hay un buen grupo social, numeroso y unido, al que hay que prestar atención si se desea encontrar soluciones que sirvan para el presente pero también para el futuro.
Sus palabras nunca antes habían sido pronunciadas por Otegi, marcan un antes y un después u otro engaño. Pero hay que agarrarse a todas las posibilidades de forma inteligente y política. Por eso espero que tras el silencio se esconda el análisis pausado de quien corresponda y las decisiones que sirvan para seguir explorando la PAZ duradera.

"Quiero volver a reseñar, con carácter absolutamente claro, nítido, prístino, que nosotros hemos hecho una apuesta por las vías pacíficas y democráticas, que nosotros rechazamos el uso de la violencia para imponer un proyecto político, que nosotros abogamos por un proceso de soluciones democráticas confluente"