22.5.08

La crisis del PP no es un asunto privado

Quien piense que la actual crisis del PP es solo un asunto de los populares, se equivoca. Nadie sabe bien qué situaciones se van a vivir dentro del PP en las próximas semanas, entre un presidente enrocado y acosado, y unas familias políticas creadores de la crispación, que no desean perder peso político y que son apoyadas desde diferentes medios de comunicación.
La estrategia de Rajoy es llegar al Congreso. Simplemente esa.
La estrategia de los acosadores es variada y con difernetes frentes, para poder elegir entre ellos según vean como cambian las posiciones de los dirigentes actuales.
Es cierto que el PP tiene unos estatutos internos que dan un gran poder al aparato, pero también lo es, que en estos moemntos nadie puede decir en qué lugar se encuentra "el aparato", si dentro o fuera de los despachos de Rajoy.
A Rajoy le falta sobre todo un apoyo serio de alguien potente y una distracción suficiente para soportar la presión de estas semanas. La tiene fácil aun sabiendo que esa jugada puede ser más gasolina para el fuego. Pero a estas alturas da igual cómo se quema el edificio, porque hasta en los más grandes incendios, a veces se prenden fuego de manera controlada, ciertas zonas del bosque.
La salida fácil la tiene en su mano, necesita como comento, a alguien más que sea capaz de dar puñetazos en la mesa aun a costa de que salten los vasos. Esa persona que además haría la labor de distracción, es de Madrid. Pero aun me atrevo más, y señalo la posibilidad de que Rajoy reparta premios de manera controlada. Y tiene dos muy importantes que repartir a dos personalidades que le puedan ayudar a superar el trago.
Uno, el de Secretario General.
Pero otro mucho más importante y que convertiría todo el asunto en un gran partida de ajedrez, el de Candidato a Presidente del Gobierno. Rajoy puede ceder este puesto de su propiedad, a otra persona en los próximos días, visto que no tiene la seguridad de poder llegar en buenas condiciones al año 2012. Estas designaciones, ajenas al incendio del corto plazo que soportaría Mariano, señalarían a un equipo nuevo que callaría muchas de las voces actuales y removería todo el barro popular.
Efectivamente las posibilidades de una escisión en el PP son grandes y por eso avisaba de que no es un asunto privado que afecte solo a un grupo político. Y serán más grandes en cuanto se den los nombres de los que van a ocupar los puestos de la responsabilidad futura. Con un Mariano sólo, en los puestos decisivos de cabeza, todo se tranquilizaría, pero durante 2 años hasta que las elecciones están en las puertas. Todos aceptarían de buen grado esta solución de un Mariano acosado eternamente, porque congela de momento los posicionamientos importantes.
Pero dependerían de los errores del PSOE para alcanzar el poder. Si se es político de raza, se debe asumir riesgos y planificar el futuro. Y por eso los nervios son necesarios.
Una división del PP fracturaría el panorama político español. Colocaría a la derecha española en sus posiciones naturales, más homologable con la europea, con una zona estrema independiente y un grupo centrado que restaría apoyos sociales a los socialistas, entre las clases medias.
¿Es posible gobernar así, se preguntan los medios económicos conservadores? Porque sin duda, las empresas del dinero, están esperando la clarificación, para tomar posición en sus apoyos y decidir con sus decisiones de despacho, quien va a ser el futuro político conservador en esta país.