19.5.08

Los malos periodistas me dan asco

Pensaba no entrar al trapo de esta noticia, en donde una ciudadana cuñada de un príncipe solicitaba ser libre. Pero no he podido soportarlo.
A mi me la sopla que me cuenten la vida de un príncipe o de dos, y mucho mas que me cuenten la vida de sus cuñados. Pero respeto que haya ciudadanos en este país a los que si les importa la vida de los que ellos consideran importantes, por mor de que salen mucho en los papeles. Aun así debo recordar que la libertad de prensa existe (o casi), pero también la libertad personal; y que esta es creo, más importante que ninguna. Si para tener libertad de prensa tengo que soportar que existan ciudadanos sin libertad, me lo tengo que hacer mirar.
Pero acepto Telma como animal de compañía.
Lo que no acepto es que haya sinvergüenzas que provoquen la reacción con la acción, buscando la imagen con muchos ceros. Los jueces están para interpretar las leyes, luego si las leyes no amparan a los ciudadanos, se deben cambiar. Ojo al dato, porque cambiarlas es lo más fácil para introducir secuelas que coarten la libertad.
Así que podemos ir a cortar el pelo, y salir trasquilados.
Yo por ejemplo pregunto. Si Telma es un personaje público según la juez, y lo es porque se debe a un protocolo y a una vida social vecina de la Monarquía, no es descabellado que esta señora y su santo novio soliciten vivir de los presupuestos generales. Igual un juez le daba la razón antes a esta barbaridad, que a que los periodistas sin tripas la dejen en paz.
¡Coño!, dejar en paz a la Telma, que hay miles de imbéciles que desean salir en los papeles con sumo gusto.