6.9.10

Es malo que los políticos sepan jugar al ajedrez

Es grave tener a Zapatero enrocado en la nada. Tenemos por delante dos años de espera, que previsiblemente llevarán a un Mariano Rajoy soso y apático a la Moncloa. Hoy se vuelve a hablar de un 9% de diferencia entre PP y PSOE que parece insalvable y aun ampliable a poco que Zapatero siga así de rancio y liberal.
Van a ser dos años de espera para que llegue lo peor, que también son ganas de joder. Sencillamente porque el propio PSOE —como partido— es incapaz de tomar las decisiones que debe tomar y que son complicadas. Pero es su responsabilidad. Cuanto antes, mejor; aunque los militantes adoren a quien es su “jefe”.
Puede ser tal el descalabro del PSOE en las próximas elecciones que levantar cabeza le puede llevar décadas. Y lo sería con seguridad si fuera otro que no Mariano, quien se presentara al combate. ¿Se imaginan a un candidato con pegada frente al PP?. Pero en el PSOE respiran tranquilos pensando que Mariano no cae del todo bien y que el tozolón será suave. Nadie asegura que la crisis económica vaya a menos como tampoco nadie asegura que el desempleo no nos lleve a una crisis seria. Sí, más seria. Los riesgos son importantes como para estar los políticos jugando a mantenerse.
Nos engaña Zapatero cuando dice que toma las decisiones mejores para España. La mejor sería convocar a los españoles que en una democracia son los que tendrían que decidir. Es la sociedad quien debe decidir y elegir entre variables cuando quien manda se ha saltado a la torera su propio programa electoral y tiene que tomar decisiones bien distintas. Es de lógica razonable que la mejor manera de que las decisiones sean asumidas es que estés gobernando con los votos refrendados de todos los españoles. Pero en este asunto país no dimite nadie. Bueno, los ciudadanos si que dimiten de seguir confiando y de acudir a las urnas, que ya es un mal grave.
Que no se intente tan siquiera cambiar de gobierno ahora, es de premio al enroque más duro. No entiendo la estrategia ni la lógica. No conduce a ningún lugar y además no es lo bueno, pero se ha demostrado que algun@s ministr@s no sirven. Es cabezonería.
La única manera que tenemos los españoles de cambiar esta situación es decidiendo en mayo con la cabeza y no con el corazón, una vez que se prevé que la huelga general va a ser un fracaso de asistencia. No creo en las huelgas generales por poco inteligentes, por antiguas. Que no seamos capaces de encontrar herramientas de respuesta ante los abusos, que sean diferentes a las huelgas salvajes o generales no indica que sea la mejor forma de quejarse. Simplemente demuestra que no hemos hecho los deberes para encontrar nuevas formas de plantarse y decir ¡basta!