12.9.10

¿Qué es la publicidad hoy? ¿sirve la publicidad actual para vender?

La publicidad como motor de consumo y este como elemento imprescindible en el sistema económico que tenemos en el mundo occidental del siglo XX está atravesando un proceso de cambio y posiblemente de profunda transformación. Hoy se invierten enormes cantidades en publicidad que realmente no sirve para casi nada. Hay que estar en los medios como única alternativa, cierto, sobre todo si son productos novedosos, pero la influencia sobre el consumidor es muy relativa una vez que todos nosotros tenemos múltiples opciones para recibir impactos y queremos decidir qué tipo de información aceptamos como “buena”.
Durante las últimas décadas del siglo pasado todavía funcionaba el sistema del impacto publicitario allá donde el consumidor estuviera atento y quieto. Pero hemos aprendido que ya no tiene que soportar la publicidad de forma estática. El consumidor no mira —no ve sobre todo—, pasa de la gran inversión publicitaria en televisión, admite los colores de la publicidad callejera como un elemento más que le afecta en el subconsciente pero los filtra sobre todo por saturación.

Pensemos en la publicidad del futuro
Es la gran duda actual. ¿Qué cantidad de publicidad es capaz de asimilar el cerebro humano sin que este pase de toda ella? Es cierto que algo queda, pero no en relación a la inversión.
Surgen nuevos mecanismos de publicidad, nuevas ventanas, nuevas maneras de meter los productos en la cabeza sin que sea entendida por el consumidor como publicidad. Es el gran reto. Que el consumidor no entienda como publicidad lo que seguirá siendo publicidad. Eso y la personalización de la misma con arreglo a los gustos del cliente potencial. Todos necesitamos estar informados de los productos del mercado, y de hecho todos buscamos en Internet datos, información. Pero odiamos que nos influyan directamente, que “parezca” que nos dirigen.
Si se consigue publicidad sin que se note, seguirá viva; si no conseguimos publicidad manipuladora y dirigente, irá perdiendo sentido su gasto en inversión y esta bajará con el consiguiente problema para el mantenimiento de muchas actividades que hoy viven de ella. Podemos estar en contra de la publicidad, pero sin ella se caerían muchos servicios que hoy consideramos “gratis”. Es el sistema. Y sí, es la manipulación.