22.3.19

Lazos amarillos. Lazos blancos. Muñequitos

El ser humano que manda se deja llevar por la tontería hasta aparcar el sentido común en el infierno. Tras declararnos en guerra mental contra Cataluña vino lo que vino y tras ellos lazos y telas. Bueeeno. Luego el color amarillo que parecía ser la madre de todas las batallas. Seguimos con esa monserga como si de verdad sirviera para algo. Ni para resolver ni para entendernos. Los amarillos contra los azules, los rojos o los verdes. ¿Sómos adultos?

Como nos parece poco enfrentarnos en la calle o en las plazas, ahora lo hacemos por obligación legal. Dándole importancia a un color o a un lazo de tela o de plástico, como si nos fuera la vida. ¿Han viajado al sur de Francia para ver cómo están las calles y los árboles? Pues vayan y dense un paseo.

Prohibimos el amarillo y ponemos el blanco. Prohibimos el lazo y sacamos flores. Prohibimos una frase y la traducimos. ¿Estamos jugando a jodernos?

Cataluña y España necesitan mucha más altura de miras, muchas más ganas de resolver y no de joder “al otro” venga de donde venga. pero podemos seguir jugando a esto. Hay algunos que se están frotando las manos y salen perfectamente beneficiados. Luego nos preguntaremos los motivos.

No puede ganar Cataluña la independencia, pero lo curioso es que nadie piensa que podemos perder todos en esta forma de querer resolver los problemas. TODOS.