24.3.08

Análisis Electoral 2008

Siento la extensión de la entrada, pero no creo correcto pulirla, porque pierde fuerza y frescura. No es la recomendable en un blog, pero así es la osadía y la ignorancia. Muy atrevidas.

Mientras el PSOE gobierne en España y en Aragón, es matemáticamente imposible que CHA consiga votos suficientes para tener un Diputado o simplemente para tener incluso representación en Ayuntamientos a través de ese corte del 5% de los votos.

La izquierda en el conjunto del Estado, representa aproximadamente un 52% de sus votantes, que se movilizan más o menos y que votan unas opciones u otras, dependiendo de quien y cómo gobierna y del temor a que cambie sin razón, el gobierno hacia una derecha dura.
La sociedad se mueve por los miedos, por las ideologías generales y por la economía personal.
Es imposible de momento subir de ese 52% de ciudadanos de izquierdas, porque el nuevo votante está siendo muy bien asumido por el PP y en parte por el PSOE.
Cada vez que el votante se sienta responsable de la continuidad del PSOE en el Gobierno, porque piense que es necesario que siga gobernando la izquierda, bien porque lo hace bien, bien porque no desea bajo ningún concepto que entre la derecha, los ciudadanos de izquierdas de Aragón votarán PSOE en su inmensa mayoría. Estos 3 factores anteriores, son ajenos a cómo lo puede hacer IU o CHA en sus partidos o ante su sociedad.

Porque CHA tiene dos problemas matemáticos para obtener representación.
Sin duda el primero son los pocos votantes, el bajo % de voto recogido, pero también el elevado número de votantes que obtenga la primera fuerza política en la circunscripción.
El sistema electoral, mientras se mantenga Zaragoza con 7 Diputados (puede ser esta vez la última), el séptimo Diputado en disputa dependerá de la distancia entre el primer y el tercer partido.

En estas pasadas Elecciones Generales, CHA hubiera necesitado 62.970 votos para tener un Diputado por Zaragoza. Obtuvo 32.125 votos.
Con los votos que tuvimos, se hubieran necesitado disponer de 14 Diputados por la circunscripción de Zaragoza para haber tenido uno.
En la misma situación, si hubiéramos acudido a las Elecciones junto a IU, y en el suponer de que no hubiera habido variación de votantes (se hubieran sumado o restado), con los 47.735 votos de la suma hubiéramos necesitado que estuvieran en juego 10 Diputados para obtener CHA/IU uno.

No importa tanto sumar votos junto a otras formaciones que ya existen, como no perder votantes que se trasvasan hacia el PSOE.
Esto último es lo grave.
Por cada votante nuestro que perdemos, necesitamos que el PSOE pierda 4 para estar en igualdad a la hora de acceder al Diputado número 7.
Pero por cada votante nuestro que se va al PSOE necesitamos 4 nuevos para cubrir los que gana el PSOE y uno para cubrir al que se va.
En total conseguir que nos voten 5 nuevos votantes por cada uno que se escapa al PSOE.
Por eso el abrazo del oso es tremendamente peligroso para nosotros.
¿Cuándo se escapan?, cuando sienten que la izquierda puede dejar de gobernar y entienden que no es bueno para sus intereses.
En una bipolaridad total y con un enemigo claro como es el PP, el votante de izquierdas opta por emplear el voto en evitar el ascenso de la derecha.

En estas situaciones sociales, es imposible sobrevivir con representación, se haga el trabajo social que se haga. Sólo el BNG ha sabido y podido salvarse de esta tierra quemada, y porque ha estado gobernando en todas las Instituciones.
El gran error de CHA (a mi forma de entender) fue aceptar el Gobierno en el Ayuntamiento de Zaragoza sin forzar la entrada en el Gobierno de Aragón. Si no se tenía músculo para todo, lo mejor era decir NO, y si se tenía, haber forzado el doble acuerdo por la gobernabilidad. Nos hubieran respetado mucho más, y nuestro trabajo como partido se hubiera visto más recompensado. Por cierto, no veo mucha diferencia de trabajo entre estar en la oposición y en el Gobierno a la hora de necesitar más o menos potencia. Pero ese es otro tema.

Es cierto que tanto el PAR como IU en Aragón en Marzo han sabido mantener su suelo electoral, aunque no les ha servido de nada. El nicho de votante fijo es en CHA más variable porque no tenemos una ideología muy marcada, muy diferenciadora.
El votante de izquierdas, que nos disputamos entre 3 fuerzas al menos, le hemos obligado a elegir entre Aragón o España, y ha elegido España.

En la actual situación, sin representación parlamentaria y con peligro de perder la representación municipal, el trabajo en el futuro tiene que ser bien distinto al actual.

Es posible que los militantes de CHA deben dejar de trabajar en resolver problemas de la sociedad, para ponerse a trabajar en resolver los problemas de su propio partido.
Admitimos que hemos realizado un gran trabajo en todas las instituciones, y no hemos recogido ningún aplauso. Si acaso hemos conseguido que se resuelvan problemas sociales, que siempre se han apuntado otros.
Podemos incidir (como ejemplo ilustrativo) en que Cúbit hay que levantarlo, e incluso podemos conseguir que no desaparezca. Pero siempre será otro partido quien dirá que ha conseguido vencer las dificultades y ofrecer a la sociedad el resultado positivo de su labor. Nosotros simplemente hacemos de espejo que rebota la imagen de los problemas al PSOE. Hacemos el trabajo sucio, el de barrio, para que una vez hallamos trasladado el problema, ellos lo resuelvan.
Trabajo equivocado el nuestro porque lo hacemos en el día a día. No lo sería si se planteara en una campaña electoral, en donde se reflejara todo lo que se ha hecho mal, cuando ya no tienen tiempo los contrarios de reaccionar.
Su error debe ser el aburguesamiento, y nosotros no debemos ir marcándolos en el día a día, porque ellos van a resolver los problemas según se los marquemos y nos van a dejar otra vez sin armas para el futuro.

En la actualidad CHA no está entrando con fuerza en algunos sectores de la sociedad de izquierdas, muy importantes, y que poco a poco se han/hemos abandonado.
Desde los jóvenes a las mujeres, desde los ecologistas a los gays, desde la izquierda sindical al obrero precario, desde los universitarios a los que representan la nueva cultura aragonesa.
Tenemos que hacer crecer nuestra base, para que el edificio no se tambalee. Trabajo tremendo, sin duda.

Pero veamos algunos datos.
Las mujeres de Zaragoza provincia que nos han votado han sido el 5,3%
Los hombres que nos han votado han sido el 6,3%

Por edades.
Entre los 18/24 años nos han votado un 5,3%
Entre los 25/34 años nos han votado un 12,3%
Entre los 35/44 años nos han votado un 9%
Entre los 45/54 años nos han votado un 4,3%
Entre los 55/64 años nos han votado un 2,9%
Los mayores de 65 años nos han votado en un 1%
Estos datos los he sacado extrapolando los datos de la encuesta del Heraldo a los resultados finalmente obtenidos. Encuesta por cierto muy certera, a la que hay que descontar los tristes hechos de los 2 últimos días de campaña.

Si nos paramos en una esquina de la calle en Zaragoza y nos ponemos a contar hasta 1.000 personas, sabremos que:
223 no están censadas
185 no quieren votar
272 han votado al PSOE
212 han votado al PP
35 han votado a CHA
28 han votado al PAR
17 han votado a IU
13 no saben votar y son nulos
15 han votado a partidillos.

¿Qué podemos hacer ante estos datos?
Desde luego trabajar. Si queremos trabajar por Aragón lo prioritario es trabajar PARA el partido. Creo que se ha acabado el ciclo de dedicación a los problemas de Aragón, al menos desde un gran grupo de militantes del partido, y dedicarse a trabajar PARA el partido pensando en Aragón.

Nos tiene que importar muy poco el municipalismo, los barrios, la micro sociedad.
Nuestro problemas nos obligan a atacar a la sociedad desde el ámbito de la macro sociedad.
Tenemos que detectar grandes problemas y actuar sobre ellos.
Se acabó de trabajar para las farolas o los bancos, para una biblioteca o para un centro de salud.
Tenemos que detectar qué problemas tienen las mujeres, los obreros, las personas con orientación sexual diferente, los jóvenes que no se pueden emancipar, y por cada problema hay que elaborar una propuesta ideológica de izquierdas y aragonesista, es decir, pegada a nuestra realidad.

Debemos hablar de Aragón en clave de Derechos Históricos, de Cultura Aragonesa, de reivindicación de su pertenencia a una libertad perdida, pero siempre pensando en el medio/largo plazo.
En el corto plazo no podemos hablar de independentismo, de comparación con otros países vecinos. Debemos saber esperar, cuando Cataluña o el País Vasco consiga unas cotas de autodeterminación y libertad distintas, será el momento de plantearnos la exigencia desde la diferencia de nuestros derechos históricos.
De momento nuestro trabajo prioritario debería ser crear una base social más amplia, una identidad más propia, una marca que hemos perdido, en donde cuando se hable de CHA se sepa a qué nos estamos refiriendo todos. Sin perder de vista el presente, debemos pensar más en clave de futuro, siendo más inteligentes, porque nuestra sociedad necesita nuestro trabajo, pero hay que recomponer líneas, hay que rearmarse de ideología moderna, incluido el positivilismo.

No hemos realizado en estos últimos años, ninguna propuesta para resolver los problemas reales y del hoy a los aragoneses.
Hemos reclamado el nombre de Aragón en abstracto, en el medio y largo plazo, y los ciudadanos de izquierdas han creído que podríamos esperar todos ante eso. Que ahora no tocaba Aragón sino España. Nos guste o no esto. Pero son los ciudadanos los que nos dan o nos quitan la razón, o lo que sería mejor dicho, la posibilidad de que con nuestra razón podamos transformar nuestro país.

Ante algunas propuestas que han surgido en comentario de medios y que pueden seguir llamando a la puerta con alguna intensidad que no puedo ahora determinar, y que van en el camino de agrupar las fuerzas de izquierdas para unas próximas elecciones, quiero recordar que todo hay que estudiarlo, sin duda, pero con sumo cuidado.
En estas elecciones, no hubiéramos conseguido Diputado, ni en una hipotética unión entre CHA, IU y los grupos ecologistas.

Sin duda se pierden votos en la división de la izquierda, pero es imposible la unión, pues siempre se termina en una absorción.
O somos capaces de articular una ideología y una necesidad social suficiente para mantenernos en funcionamiento, o la disolución por fusión o absorción están aseguradas. Nosotros podemos estar dispuestos a aceptar grupos de trabajo, grupos sociales nuevos dentro de nuestra organización. Si es al revés, la muerte es cuestión de meses.

Sin duda el tamaño de CHA debe ser el que los aragoneses quieren que sea en las elecciones. Somos un agente social que entramos de lleno en el apartado de “Partidos políticos” con sus ventajas y sus inconvenientes.
Cada 4 años nos tenemos que enfrentar al veredicto de ciudadanos que no participan en nuestra labor y que ni la conocen. Es la miseria del sistema y a la vez el motor que nos mueve.
Podemos ser agente social sin esa obligación tasada en el tiempo, pero dejaríamos de ser Partido Político.
Pero si que me atrevo a añadir que el camino de crear otros agentes sociales, añadidos al tejido político de CHA, es un camino que se podría investigar. Creo que la fuerza de CHA son sus gentes, y que son muchas, pero posiblemente dedicadas hoy a trabajos que yo considero absurdos, podrían y deberían investigar nuevas posibilidades políticas en forma de asociaciones, sindicatos, ONGs, etc. que formaran parte del conglomerado de CHA.
La presencia de CHA en la sociedad no puede, no debe ser únicamente a través de su Partido Político.