6.8.08

Los blog en verano son un fracaso

En verano los lectores y navegadores de Internet, los julandrones que no tienen nada que hacer y se dedican a volar su imaginación por el ordenador, son muchos menos.
Entre otros motivos porque muchos de vosotros estáis de vacaciones y los que quedáis de guardia os hacen currar el doble y no os da tiempo muerto para dedicaros a viajar por esta santa casa que es Internet y es la vuestra.
Queda claro, que contra más personas hay trabajando, más lectores tenemos los constructores de blog, y más visitas tenemos además, en las horas de oficina. Pero os juro que no pienso comentárselo a nadie.
Pues eso, que como no tengo lectores, casi lo mejor sería cerrar el garito, no pensar en escribir pensando, porque no merece pena ni aliento, pero por otro lado como me encanto de escribir tontadas, pierdo la razón de ser y convierto la ruina que supone no tener lectores en una majadería más y me olvido de ello con tal de no dejar de practicar con mi vicio secreto y hecho a mano, el escribir.
Si, todavía escribir se hace a mano, ya no con pluma de ganso, sino con teclado de manzana, en mi caso blanco casi inmaculado si no fuera por un leñazo que le metí un mal día en que se me calló al suelo al intentar que no fuera a la baldosa un par de chinchetas teniendo al perro sobre mis rodillas.
Si, escribo sentado en un sillón, con el teclado tapando mis zonas nobles, les juro que con poco teclado me sirve, y a veces tengo a Chusky, un Bichón muy bicho, entre el teclado y mis manos.
Es costoso, pero se puede escribir en esa mala postura, todo es por el gusto que da tener a un amigo encima de la tripa, quieto y sin que te pida cervezas.
Tener la tripa calentita y asegurada por un bicho amigo, es otra forma de hacer el amor sin practicar sexo. A mi edad, encontrar muchas maneras de lograr autoengañarme, es un premio a la imaginación.