3.1.09

No sé si existe Dios, pero si que existe mi Dios

No tengo ni idea sobre si existe o no ese Dios que es de y para todos.
Si sé que existe mi Dios, el mío, el que no depende de ninguna institución, el que está por encima de hombres vestidos de blanco, rojo o negro, ese que no es capaz de actuar sobre nosotros, porque somos una minúscula mota de polvo en un inmenso espacio inabarcable.
Mi Dios me lo inventé yo mismo, faltaría más que yo no pudiera hacer con mi pensamiento lo que considerara.
Y lo adorné de los acompañantes que quise, todos ellos muy habladores conmigo a los que consulto cuando los necesito. Mi Dios tiene la ventaja sobre el vuestro, de que me pertenece, de que me escucha y es mi amigo, de que siempre va conmigo. Yo no necesito ángeles de guardia y custodia, yo voy viajando por la vida, directamente con Dios.
Sé que estoy loco, tan locos como todos vosotros, tan necio, cuerdo, lego o imbécil como todos los humanos que les da por creerse importantes.
Yo soy importante porque estoy vivo.
Soy importante porque puedo escribir y leer, amar y hablar, amistarme y elegir.
No sé si existe Dios. Me da igual. Yo ya tengo el mío.