23.1.09

Todos necesitamos el reconocimiento de los otros. Debemos curar el odio.

Necesitamos el reconocimiento de quienes nos acompañan en la vida. Necesitamos simplemente una mirada cómplice, una palmadita en la espalda, un abrazo, un beso, unas palabras de apoyo.
Somos humanos y en esta vida actual es muy fácil conseguir críticas, insultos o lo que a veces es incluos peor, el silencio.
Un simple cardo, seco y muerto, puede resultar bonito, es cuestión muchas veces de saberlo mirar.
¿Por qué nos ofuscamos en sólo buscar los fallos de las personas y no ser capaces de agradecer el simple acto de acompañarnos?
¿Qué queda cuando se nos van los que creemos que nos molestasn?. El vacío, la nada. Y sólo se compensa si se llena de otras personas, que nunca sabemos si serán mejores o peores.
Sin duda los malos de verdad no deben estar junto a nosotros, pero los regulares si.