15.6.09

Un concejal que se niega a declarar ante el juez, es un mal representante de los ciudadanos.

Que un concejal sea llamado por la justicia a declarar sobre aspectos que podrían ser delictivos, es complicado de asumir políticamente.
Que el mismo concejal intente en su defensa decir que las pruebas que tiene el juez han sido obtenidas sin rigor, es políticamente oscuro pues esconde lo principal. Lo que hay detrás de esas pruebas.
Que el mismo concejal se niegue a declarar ante el juez que le investiga no es políticamente asumible.
Que el partido que le sustenta como concejal no le solicite con suma urgencia su acta de concejal, sentaría un precedente peligroso.
Que los aragoneses miremos hacia otro lado sería grave e imperdonable por mucho que no seamos capaces de valorarnos lo suficiente. No basta con quejarnos de nada y menos ante “Madrid”, debemos enmarcar como negativas estas acciones. Por cierto, que no son sólo responsabilidad de una persona en concreto, sino también en alguna medida de todas las personas que les apoyan, de las que consienten, de las que damos pábulo en los corrillos y silencio ante la justicia y las que tomamos decisiones ciudadanas con nuestro voto.
Los ciudadanos también somos responsables, porque se nos pregunta de vez en cuando lo que nos parecen las actuaciones de TODOS los políticos.