28.5.12

Mariano Rajoy debería convencer a la vez que informar

El viernes se reunieron durante tres horas Rajoy y Rubalcaba pero no sabemos de qué hablaron. Al término de la reunión ambos se fueron a sus respectivos dormitorios sin explicación posible, sin salir de la mano o discutidos, sin explicación ni comunicación posible. Nosotros, los que les pagamos, no sabemos de qué hablaron ni de si es posible o imposible saber de qué hablaron.

Porque igual el asunto es ese, que es mejor no decir nada a nadie, que es tan duro y complicado lo que se habló dentro, que lo mejor es que no se sepa. Es un grave error, un tremendo alejamiento hacia/con la sociedad, pero nos estamos acostumbrando a soportar todo tipo de errores de los políticos que creen mandar en España.

No sé si nos tratan como imbéciles, como miedicas, como ciudadanos sin entendederas, como votantes de una vez cada 4 años y ahora no toca o como gente del lumpen que mira y se asusta. Me da igual, lo que sé es que ellos no están a la altura del momento muy complicado que vivimos en España. Vamos a pagar un riñón por este cúmulo de errores, y lo vamos a pagar tú y yo, y contra más pobre seas tú y yo, más lo pagaremos por que hay una cierta habilidad manifiesta y estudiada, para que las cabronadas las paguen más los que menos saben y pueden defenderse.

Era importante que se reunieran y salieran con la idea de que España necesita una cierta unidad exterior y una cierta pedagogía política, pues sin la sociedad es imposible resolver los problemas. Pero debían tener prisa por irse a sus dormitorios y se fueron sin hablar con nadie. Me preocupa mucho esta primavera otoñal, este periodo de miedo, de cambio del sistema en donde algunos saben tirar de sus bueyes y otros simplemente miramos atontados. Ni el 15M ha funcionado.

Hoy Mariano Rajoy ha dado su ¿primera? rueda de prensa como presidente, tenso, saltando de las preguntas complejas con escusas de libro de político, deseando trasmitir tranquilidad aunque ni la Bolsa ni la prima de riesgo le han hecho caso. Debería hablar mucho más para que se le entendiera bien. Debería hablar a los españoles desde Moncloa y no desde la sede del PP. Debería convencer a la vez que informar. Tan importante es lo uno como lo otro. Seguimos en la prima del miedo, en el temblor, en el error.

Si no es el momento de reclamar el IBI contra la Iglesia, como dice Rajoy con parte de razón, tampoco debe ser el asunto que cierre la rueda de prensa con tanto tiempo de explicación. Estos errores de marcos mentales internos nos llevan al odio que nos impide resolver los problemas. Deberíamos tener gestionando la crisis a políticos que no hubieron tenido nada que ver con lo acontecido en los últimos 20 años en España. Y digo bien a políticos y no a técnicos. ¿Pero de donde los sacamos?