21.7.12

¿Y ahora qué habría que hacer por España?

Hoy todos los periodistas y analistas de variado color se hacen la misma pregunta en España: ¿Y ahora qué hay que hacer? Mariano lo tiene claro, esperar. Es la táctica que mejor resultado le dio hace meses, es un artista de la espera, del no hacer nada, de estar convencido de que el tiempo todo lo arregla. Y es verdad, dentro de 200 años nadie se acordará de la crisis. Efectivamente, tampoco de Rajoy. 

Ya leo gritos de dimisión en la prensa, pero son todo rojos que añoran que vuelva Zapatero, que por cierto está la mar de tranquilo, escondido en su trastero mientras hace origami. La duda ahora es si volverá Aznar por aclamación o impuesto por Europa. Aunque Almunia también tiene posibilidades. Nada hay que hacer más que sufrir; España a la que tanto adoraba la derecha como símbolo, se está disolviendo como un azucarillo. Lo malo es que no seremos ni alemanes ni franceses, seremos nada, rescatados en alta mar como parias que no merecemos ni ropa de abrigo. 

Las autonomías estallan en pedazos históricos en un problema gordo donde los haya, pues indica un fracaso del sistema político de complicada solución. No se trata de disolver un sistema de Estado sin retocar “mucho” la actual Constitución, y si la tocamos, deberemos tocarla a fondo, tanto que España ya no sería la misma España, para bien y para mal. Jodo petaca, como decían en mi pueblo.