17.7.12

Crece el barullo entre instituciones españolas que se llevan la contraria

Mientras el ministro de turno dice que no, el nuevo Gobernador del Banco de España dice que llega el momento de liquidar aquellos bancos que no ofrecen garantía si no problemas. Estamos otra vez en el dilema de no saber quien al final se impondrá, aunque en este caso exista independencia institucional, pero se parten de ideas tan distintas que una de ellas por lógica será la adoptada. 

 La paga extra de Navidad para funcionarios se retoca a los pocos días de mandarla a la basura, como para dar un premio de tranquilidad a funcionarios más necesitados en otro ejemplo de improvisación absurda. Si no se sabe gobernar lo lógico es NO gobernar. ¿Qué ministro es el que ahora ha cambiado las normas anunciadas?

Nada hace más daño a España que la sensación de estar en manos de NADIE, de un grupo de gente sin ruta política ni económica, que se basa en los titulares de los medios y en una incapacidad manifiesta para comunicar lo que hace, lo que se necesita, lo que se hará después de esto. Así y visto desde la perspectiva de un alemán de los que nos tienen que prestar el dinero, no es extraño que nos impongan santo y seña antes de dejarnos entrar a su despacho a negociar. 

Estamos en manos de unos gestores raros y lo malo es que llevan muy poco tiempo, pues de llevar un par de años más sería un clamor pedir unas elecciones anticipadas aunque gocen del error de una mayoría absoluta. En cuatro años, como les dejemos, nos van a convertir España en un erial pero que el desierto, a poco que sigan apretando los especuladores amigos del capitalismo neoliberal hasta los sótanos del Estado.