Hablaba ayer (ver aquí)
de la participación ciudadana en la vida púbica a través de mecanismos que hay
que rediseñar y hoy voy a continuar en esta línea por su amplitud de facetas.
El político
asentado NO desea la participación real, aunque diga lo contrario fuerte y
claro. Es un error para el sistema, pero los miedos en abrir puertas nuevas
pueden más. La participación debe ser en dos direcciones, y tal vez esto es lo
que más reparos suscita entre los que tienen que tomar decisiones al respecto.
No sirve de nada propiciar que los ciudadanos puedan opinar, intervenir o
censurar, si no hay una respuesta desde el otro lado.
Como es
también importante el explicar de entrada, que la mayoría de la veces esa
respuesta NO contentará al ciudadano, pues lo que se espera son soluciones
particulares, cuando el gestor está para soluciones generales.
Pero hay que
sentar de entrada esas bases mínimas de interacción. Hay que decirle a la
sociedad que vamos a escuchar; a cambio nos comprometemos a informar más y
mejor, y además (es posible, pero no seguro) que parte de los que me entregues
o solicites lo pueda resolver o encauzar. Responder es tan importante como
resolver, en los inicios de estos procesos de participación.
Hay que
comprometerse más a recibir la lluvia fina de la sociedad y a explicar por qué
se toman las decisiones que se toman. Muchas veces no gustarán las decisiones,
esto hay que asumirlo por todas la partes, pero como mínimo hay que explicarlo
muy bien, no para convencer, sino para que cada parte de la sociedad sepamos
los motivos reales.
Credibilidad.
Efectivamente es fundamental la credibilidad. Si en una explicación se trasmite
mal y solo se traslada la idea de que se está intentando convencer al que
escucha, la estamos pifiando. Informar no es convencer. Son dos acciones
diferentes. Informar es decir la verdad. Y seamos sinceros, tampoco hay que
decir TODA la verdad, pues a veces es imposible y poco inteligente trasmitir todos
los rincones de las fontanerías, pero sí decir la verdad y si es necesario
advertir que seguiremos informando para hacer crecer esa verdad.
Ayer los
jubilados de España asumieron que no subirán sus pensiones con arreglo al IPC.
¿Quién lo ha trasmitido, informando de los motivos? Nos convierten en súbditos
obedientes, es decir en esclavos del sistema aunque con televisión a color, y
encima desean que estemos contentos y agradecidos. Hay varias maneras distintas
para explicar estas decisiones y en España los políticos no saben ni leer
libros sobre el tema. O les da un miedo atroz enfrentarse a sus ciudadanos
aunque sea a través de una pantalla de televisión. ¿Ustedes se imagina una
medida de este tipo, tomada en Francia o en EEUU y sin que el Presidente aparezca
en máxima audiencia explicando los motivos? Tal vez es que allí hay República y
Presidente y aquí hay lo que hay.
3 comentarios:
Contesto a tu última reflexión. En EEUU lo que hay es una sociedad civil que se moviliza por absolutamente todo. Pero al margen de los políticos, les da igual que sean republicanos ó demócratas.
Una de las peores cosas que tiene Obama es precisamente esa, que ha descubierto el clientelismo político europeo y pretende replicarlo allí y de hecho lo está consiguiendo. Poco, pero lo está consiguiendo. Personas que piensan más en clave política (demócrata en este caso) que en clave ciudadana.
Hace veinte años lo hubieran despeñado del balcón más alto de la Casa Blanca.
Mientras la sociedad esté pegada al poder político como si ellos fueran los jefes, estamos perdidos.
Besazo
Creo que ser República no tiene nada que ver en todo esto. Se trata de que la voluntad ciudadana esté organizada de otra manera y siempre fuera de los intereses de los partidos políticos, que en España se han convertido, mayoritariamente, en cotos de poder para mantener sus privilegios sin que puedan renovarse para conseguir frescura proveniente del progreso de la sociedad. En los grandes partidos, sólo medra quien pelotea, las voces críticas son apartadas y sólo están quedando personas mediocres que no saben hacer otra cosa que ostentar un cargo político; entre ellos se arropan porque así sobreviven a cualquier amenaza externa.
Un primer paso para organizar y activar la voluntad ciudadana podrían ser los foros que se proponen en el artículo, pero no controlados por los particios políticos ni por sus acólitos, sino por instituciones independientes, cuyos "moderadores" se rigieran por un reglamento público y notorio que estableciera razones para qué comentarios pueden eliminarse y por qué. Después vendrían muchas más cosas, que deben ser objeto de tratados.
No obstante, creo en una transformación que está por venir en la próxima generación, y que ya está dando sus atisbos, y que está provocando miedo en los que de verdad mandan, por lo cual nos están extremando sus antiguos métodos de control. Soy optimista. Tal como cayó silenciosamente el muro de Berlín, van a ir cayendo estructuras actuales, sin estridencias.
Planteas algo atrevido y novedoso.
Unos foros abiertos a todos, pero moderados por simpatizantes o por personas ajenas a la dirección política del lugar sobre el que se crea el foro.
Me parece interesante la idea, la independencia es imprescindible. Algo parecido a "El defensor@ de la audiencia" de algunos medios de comunicación.
Gracias por tu comentario
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