31.12.12

Diez pasos para cambiar lo que no nos gusta de nuestra vida

Tal vez sea ahora un buen tiempo para intentar el cambio personal, empieza un Nuevo Año y sobre todo empieza el deseo de ser distinta, de plantearte cambios. ¿Lo analizamos? Estos consejos son de la revista Psychology Todayy nos pueden ayudar a entender los pasos que necesitamos dar.

Todos los comportamientos personales son complejos: el cambio ocurre en etapas, paso a paso; nadie cambia sus comportamientos de un día para otro. Estrategia: Divide tu forma de comportarte que desees cambiar en pequeños objetivos fáciles de lograr.

El cambio siempre da reparo, incluso miedo. Por temor a lo que no conoces puedes quedarte atascada ante situaciones que te hacen daño pero que son conocidas. Estrategia: Analiza las consecuencias que permanecer como estás y cambiar, tienen sobre tu presente y futuro. Si cambiar tiene más consecuencias positivas, hay que dar el gran paso.


El proceso de transformación debe tener por lo menos un refuerzo positivo y jamás castigos. Estrategia: refuerza el cambio con acciones positivas, no te castigues cuando tengas dudas ante el cambio sino prémiate cuando vayas en favor del mismo.

Seguir siendo igual es más fácil que convertirte en otra persona, es mucho más cómodo quedarte como estás, que pasar por el proceso para convertirte en quien quieres ser. Estrategia: haz acciones pequeñas y fáciles de realizar todos los días para gradualmente llegar al gran cambio y prepárate para anticipar cualquier problema que pudiera surgir en el proceso.

Mientras más lento, es mejor; todos los procesos tienen su propia velocidad y si intentas acelerarlos sufrirás. El cambio es efectivo cuando sucede de manera tranquila para permitir que las situaciones que deben cambiarse se hagan de forma automática. Estrategia: ten paciencia mientras realizas el cambio y disfruta del proceso.

El conocimiento es poder. Mantente muy atenta a cómo reaccionas ante ciertas "tentaciones" que te alejan del camino hacia el cambio. Estrategia: evita ponerte en este tipo de situaciones, al menos al principio, y sé crítica con tus acciones, pero positiva en la crítica.

El cambio necesita una planificación, unos objetivos y una estrategia de trabajo. Dejar que los cambios surjan de manera natural simplemente por que así lo deseas es bueno para ciertas actividades pero es una forma segura de que el cambio fracase. Estrategia: clasifica las actividades que estás utilizando para cambiar en tres categorías: que sí ayudan, que son neutrales y que no ayudan. Elimina las que no ayudan y convierte las neutrales en otras que sí ayuden.

Antes de lograr el éxito que deseas, incluso en las primeras pequeñas acciones, debes repetir tus conductas hasta que las realices sin error. Hay que entrenarse ante los cambios. Estrategia: si quieres probar una nueva conducta, por ejemplo no comer pasteles cuando vas a un restaurante, empieza a probarla en ambientes fáciles de asimilar. Deja de comer pasteles en el trabajo, luego en la casa y finalmente en un restaurante.

Las acciones nuevas necesitan perseverancia y sumo cuidado en no caer en los errores antiguos. Aún cuando lleves un buen tiempo teniendo éxito en cambiar tus comportamientos, si te descuidas, pronto puedes echar tu trabajo por la borda. Estrategia: Después de identificar qué te ayuda y qué te daña, aumenta los alicientes y elimina las tentaciones para que tu nuevo comportamiento no esté en riesgo de desaparecer.

Los pequeños éxitos siempre son gigantes. Desafortunadamente, los planes grandes normalmente se vuelven grandes fracasos. Estrategia: no pienses en cambios grandes sino en pequeñas acciones que te llevan al éxito real. Cada victoria pequeña refuerza tu autoestima mientras que un gran fracaso puede quitarte la voluntad de seguir intentándolo.