3.7.15

Estoy con Grecia pero sobre todo estoy con los griegos

Parlamento Europeo de Bruselas, este miércoles
Estoy con Grecia pero sobre todo estoy con los griegos. No es un país modelo para Europa, ha sufrido excesivas crisis en su historia reciente, no siempre ha podido salir con inteligencia social de ellas, pero Grecia es parte fundamental de la Europa que todos tenemos como concepto histórico y por ello como concepto de unidad.

Sin Grecia en Europa, esta no será válida y lo saben todos. podrá ser un mercado unido, enorme, capaz y de “listillos” pero no será Europa. Por eso los políticos que mandan en Europa deben convertirse en políticos con inteligencia hacia Europa y admitir que el problema es muy grave y las soluciones satisfactorias para todos muy pocas.

No es posible consentir que los griegos sigan sufriendo imposiciones absurdas y que todos saben de antemano que son imposibles y además no conducen a la solución. La deuda es imposible de pagar. La deuda es la suma de capitales principales e intereses tremendos sobre todo si los comparamos con los que otros países ricos pagan por las suyas aunque sean menores. No es lógico en una Europa Unida que cada país tenga que soportar unas primas de riesgo con arreglo precisamente a sus debilidades. Eso en un mercado financiero libre se podría entender, pero nunca en un mercado que dice estar unido para ser solidarios entre todos sus integrantes.

La solidaridad entre componentes de la misma familia europea no es lo que ha marcado la relación de Europa con todos los países del sur. Europa siempre ha sido una amalgama de países del sur y otros del norte, en los últimos tiempos de países del este con países del oeste y desde hace unas décadas también una sopa de países ricos con otros países pobres. Ese concepto de excesivas diferenciaciones, no es solidaridad, es sopa.