28.12.15

La CUP empata a nada, en otro acto del triste teatro catalán

Hemeroteca; publicado ayer por El País
Si lo de Cataluña no fuera muy serio, diríamos tras la votación de hoy de una CUP del donde dije “digo” diré “Diego”, que es una obra de teatro de Woody Allen como poco. Empatar a 1.515 votos ambas opciones y en voto secreto, parece más un resultado del diablo que de la política sensata o de la lógica estadística. Pero la historia a veces la escribe el diablo, como muy bien sabemos.

La gran duda es saber por qué Artur Mas no se rinde y se va a su casa particular a lamerse las heridas. Ganaría él, ganaría Cataluña y ganaríamos todos. No es posible escribir una buena obra con tantos menesterosos haciendo de personajes protagonistas. Volveremos a lo mismo el 2 de enero, pero quien sale perdiendo de verdad es la política, es el respeto a las opciones de cambio, es el sentido común, pues al final, sólo pueden suceder dos cosas. O que por fín Artur Mas salga President pero totalmente debilitado, o que haya que convocar Elecciones nuevas, habiendo perdido el tiempo y las energías en y para nada.