20.12.19

Definir el tipo de cliente es una función del Plan de Empresa

Los clientes son la gasolina de las empresas, no la única pero sí la más imprescindible, sin ellos no existe viabilidad posible. Pero los clientes son algo muy generalista y además de efímeros tienen multitud de matices y de aristas. Por eso es imprescindible al crear un negocio o una empresa definir qué tipo de cliente se busca, a qué tipo de clientes se quiere atender.

Buscar un tipo de clientes y que te acudan otro tipo de clientes es uno de los problemas más importantes de una mala planificación del negocio, de la empresa, del Plan de Empresa. Nadie abre la puerta de una empresa esperando que le entren todos los tipos de clientes que ellos mismos decidan entrar. O mejor dicho, sí, las hay, pero ni es lo correcto ni lo eficaz ni lo recomendable… ni a medio plazo lo que produce seguridad.

Al crear el proyecto de una empresa, de servicio o del tipo que sea, una de las decisiones básicas es definir qué tipo de cliente deseamos atender, hacia quien vamos a dirigir nuestro negocio. Y alrededor de esa decisión moveremos todo el diseño completo y complejo de la nueva empresa.

Clientes hay muchos, y por eso se dividen en bloques perfectamente estancos con algunas fisuras que también atenderemos. Y además tendremos en cuenta que una cosa es lo que nosotros deseamos hacer y tener y otra la que finalmente nos venga, por lo que nada debe ser tan estanco que no nos permita una cierta cintura de movimientos tácticos.

Todos los clientes son MUY válidos, pero debemos estructurar la empresa haci un tipo de clientes, pues cada tipo de ellos requiere un tipo de servicio y atención, un tipo de precio y de urgencia, de calidad o de envoltorio en el servicio. Y parte de la rentabilidad radica en saber elegir correctamente el tipo de cliente y cobrarle el servicio o el producto con arreglo a esa decisión.